sábado, 21 de mayo de 2011

The Times They Are A-Changin'



Afirmar que los tiempos cambian es una obviedad: cambios tecnológicos, científicos, sociales, crisis, en definitiva, que desembocan en una nueva manera de concebir el mundo que nos rodea. Basta con asomarnos a las plazas de nuestras ciudades en estos convulsos días para comprobar que la máxima musical lanzada por el viejo Bob se cumple de manera cíclica. Ahora sólo cabe esperar que los cambios traigan mejoras de todo tipo, y que nadie pesque en este río revuelto en el que nadamos y en el que muchos se ahogan sin llegar a la orilla. Nuestras vidas personales no son ajenas a la filosofía dylaniana, y en multiples ocasiones toca volver a sintonizar nuestros diales emocionales y vitales para adaptarnos a las nuevas circunstancias; es ahí precisamente donde yo me encuentro. Debido a un imprevisto de carácter familiar no he podido hacerme cargo del blog tal y como me hubiera gustado hacerlo, afortunadamente todo parece volver, con cautela y mucha pausa, a la normalidad. Pero en breve otro cambio, en este caso feliz, irrumpirá en mi/nuestras vidas, la llegada de un segundo hijo que, aparte de kilotones de felicidad, también supondrá una importante merma de tiempo libre, tiempo sin duda necesario para ocuparme de esta humilde bitácora. Tras analizar la situación, el equipo redactor de Rainy Day Music, compuesto por un servidor y sus múltiples, y patológicas, personalidades ha decidido que es hora de acometer un cambio, es momento de tomar importantes decisiones.

Antes de decantarme por una u otra opción, consulté a los visitantes del blog, un nutrido grupo de humanoides integrado por un mínimo de dos personas y un máximo de cuatro monos tití, a los que planteé las diversas variantes. La primera, y la más radical, consistía en echar el cerrojazo, entonar un himno fúnebre y dar por terminada esta aventura. La segunda consistía en someter el blog a un cambio radical, tanto en lo que se refiere a contenido como en lo que atañe al continente, y dedicarlo a colmar mis aspiraciones literarias; es decir, convertirlo en un blog de relatos cortos, aunque mínimamente relacionado con la música: el fracaso estaba garantizado. Y la tercera, justo es reconocerlo, la planteó uno de los asiduos de Rainy Day Music, y consiste en hacer del blog un sitio con menos carga de trabajo, lo cual se traduce en que desaparecerán las entradas kilométricas y los pormenorizados trabajos de documentación que tanto tiempo me ocupan. Analizado el estado de la cuestión, y sometida la misma a votación democrática, en la que únicamente yo tengo derecho a veto, hemos decidido que la elegida sea la tercera opción. De modo que, queridos míos, un nuevo Rainy Day Music acaba de nacer, inclinaos ante él y deseadle larga vida.

No sé si muchos de vosotros echaréis de menos el anterior funcionamiento del blog, lo que pretendo con este cambio es que las entradas me lleven menos tiempo, lo cual me permitirá actualizar con cierta frecuencia (incluso con más asiduidad de lo que solía hacerlo en los últimos meses); desde luego no estaba dispuesto a estar otros siete meses sin tocar el blog, como ocurrió anteriormente. Tendré que aprender a sintetizar, sacarle punta a mi escueto ingenio y apañármelas para presentar, de una forma medianamente atractiva, un disco en un solo parrafo. Aunque no lo creáis va a ser un drama no poder expandir mis textos hasta el infinito y más allá, a pesar de que un 99% de los visitantes del blog reconocen no leer las entradas en toda su extensión, curiosamente son los mismos que recomiendan tomar chicle sin azúcar después de cada comida. También he considerado oportuno llevar a cabo algunos cambios en el diseño del blog. Casi sin darme cuenta, han pasado tres años desde el nacimiento de esta bitácora y no ha habido ni una sola alteración en su apariencia física, así que ahora que ya es mayor (vista la esperanza de vida de los blogs) le toca vestirse de largo, y qué mejor ocasión que ésta para acometer dicha reforma; espero que os guste. Quiero agradecer, como siempre, el apoyo de todos aquellos que con sus comentarios han contribuído a que este blog siga vivo, es un placer y un lujo contar con vosotros como compañeros de viaje. Y bueno, para ir cogiendo práctica voy a poner el punto y final a esta entrada con la que da inicio una nueva singladura de Rainy Day Music: ¡Que no pare de llover! Un fuerte abrazo a todos.