viernes, 11 de noviembre de 2011

Damien Jurado- Saint Barlett (2010)

Ocurrió la semana pasada, un día de intensa lluvia. Cortaron la calle e irrumpieron con los insoportables ruidos de sus máquinas en nuestras casas, su efecto narcótico nos preparaba para lo que iba a ocurrir. Estuvieron toda la mañana recorriendo la calle, número por número, deteniéndose en aquellos ejemplares que consideraban que necesitaban una intervención. Desde mi ventana, observaba la escena inquieto, aguardando a que llegase nuestro turno. Pasadas unas horas aparecieron los primeros indicios de su presencia, tan cercana que resultaba intimidatoria, tan violenta que cortaba la respiración. Abrí la ventana y lo vi allí, a escasos dos metros de mi casa, pude ver a aquel tipo subido en ese armatoste, sin ningún tipo de protección, burlándose del sentido común y de la mismísima muerte. Le miré a la cara, él no me devolvió la mirada. No pude soportar la escena y aturdido por el ensordecedor ruido cerré la ventana. Se escucharon fuertes golpes, pronto intuí que se estaba desplomando. Cuando cesó el estrépito abrí de nuevo la ventana, lo que vi me sobrecogió: lo habían talado de raíz. Con la excusa de realizar unas rutinarias tareas de poda, aquellos sicarios de la motosierra se habían llevado por delante al pino que teníamos en frente de casa, un noble compañero cuyas ramas casi podía tocar desde mi dormitorio. Os aseguro que nunca he sido un ecologista a ultranza, pero en este caso no hablamos de un simple árbol, hablamos de sentimientos. Vivo en la que fue casa de mis abuelos paternos y ese pino siempre estuvo allí, observó cómplice cómo devoraba a la vuelta del colegio mi bocadillo de mortadela, asistió boquiabierto a la goleada que España le infligió a Malta, 12 goles 12, se aburrió junto a mí en aquellas interminables tardes de toros, se rió y se enamoró conmigo, y lloró cada vez que uno de los miembros de este hogar nos decía adiós. Cada vez que pienso en esta casa veo ese pino, un árbol humilde y leal que nos ha protegido de los curiosos y que nos ha proporcionado durante décadas la dosis exacta de sombra. Ahora miro por la desnuda ventana y me siento como L.B. Jeffries, observando a mis vecinos dominicanos que se pasan el día conectados a Facebook y escuchando reggaeton. Como sólo una buena compañera es capaz de hacer, A. me tranquilizó diciéndome que tal vez el pino estuviese enfermo, pero pensé que incluso un caballo con las cuatro patas rotas tiene un final más digno. A los pocos minutos su cadáver yacía a lomos de un camión, por más que lo miraba no podía hacerme a la idea de que nunca más vería su silueta, de que jamás me volverían a despertar en verano los pájaros que se posaban en sus ramas, aquellos a los que había deseado apedrear tantas veces y que ahora tanto echaré de menos. Buena suerte compañero, allá donde estés, ojalá tu reencarnación sea digna, y tu añeja madera se transforme en las hojas, o el lapicero con el que escribir una buena historia.

Poco después de perder a mi viejo árbol, me vino a la cabeza la portada de "Saint Bartlett", el, hasta la fecha, último trabajo de estudio de Damien Jurado, su poético paisaje, con esa vegetación humilde en primer plano y los árboles gigantescos de telón de fondo me resultó reconfortante; hoy quiero compartirlo con vosotros. Mucho se ha dicho acerca de Damien Jurado, a quien la crítica no tardó en colocar esa extraña etiqueta de urban folk songwriter, que sigo sin saber muy bien qué quiere decir. Su carrera comienza a mediados de los noventa, fruto de la autoproducción a través de cintas de cassette que veían la luz mediante su propio sello, Casa Recordings. Será Jeremy Enigk, cantante de la banda Sunny Day Real Estate, quien levante la liebre y ponga en contacto al compositor de Seattle con su sello, Sub Pop, dando así comienzo a una prolífica carrera en la que han visto la luz una decena de discos de estudio, junto a un sinfín de EP's, singles y colaboraciones en recopilatorios. Damien Jurado es un tipo con una sensibilidad exquisita, que se sirve de la música, especialmente de las letras, para expiar sus pecados y exorcizar sus fantasmas. Su físico ha sido comparado a menudo con el de John Goodman, con quien tiene en común ese aire de tipo bonachón, aunque de mirada inquietante, una mezcla de yerno perfecto y muchacho atormentado. Su música ha transitado por diferentes paisajes, desde los eléctricos más desasosegantes hasta los acústicos más íntimos, mostrándose siempre partidario de la experimentación sonora, dotando a sus trabajos de curiosos efectos que contribuyen a cargar de significado las canciones. Sus discos han sido producidos por músicos y amigos, como Ken Stringfellow, aunque parece que junto a Richard Swift ha encontrado esa paz interior que tanto necesitaba para explotar como el buen escritor de canciones que es. Precisamente Swift es el productor de "Saint Bartlett", un disco que vio la luz en 2010 cobijado por el sello Secretly Canadian, encargado de alumbrar sus cinco últimos trabajos. "Saint Bartlett" se grabó en el transcurso de una semana, y nos descubre a un Damien Jurado más luminoso, liberado de ese peso que parecía atormentarle en algunos de sus discos anteriores, un compositor que se abre sin miedo a tiempos y propuestas más cercanas al pop convencional, aunque sin renunciar para ello a su particular manera de entender la música. Su voz es especial, diferente, de una fragilidad conmovedora, cercana en ocasiones a Vic Chesnutt; Damien Jurado no pretende cantar bien sino transmitir de la manera más honesta posible sus sentimientos, tal y como en su día hicieran Bob Dylan, Neil Young o Lou Reed. Sus canciones funcionan como historias cortas que consiguen atrapar al oyente, melodías impregnadas de un halo literario que a menudo le han valido comparaciones con el gran Raymond Carver. La crítica saludó a "Saint Bartlett" como un disco rompedor dentro de la carrera de Damien Jurado, ciertamente se puede hablar de un trabajo en el que se ha apostado por una mayor orquestación, aunque sin abandonar ese minimalismo acústico que tan bien le sienta al de Seattle. Sea como fuere, podemos afirmar que es uno de sus mejores trabajos hasta la fecha, y si no me creéis dejaos arrastrar por la magia de "Cloudy Shoes", "Arkansas", Rachel & Cali" o "Beacon Hill", cuatro de mis canciones favoritas del abum.

Si queréis más información podéis completar la entrada con una buena ración de enlaces. En primer lugar: web oficial y Myspace de Damien Jurado, acompañados del apartado que le han dedicado en la web de Secretly Canadian. Y para continuar: dos reseñas del album, una en lengua culta en Jenesaispop, y la otra en la lengua del Imperio Británico en Pitchfork, y por si esto fuera poco, podéis disfrutar de una entrevista, también en castellano antiguo, en Muzikalia, y de la magnífica sesión que Damien Jurado grabó para Daytrotter. En el apartado de videos, os dejo tres elecciones: 1- la oficial, el videoclip de "Arkansas", tal y como suena en el disco, 2- la banda, Damien y los suyos interpretando "Rachel & Cali" en una sesión para la emisora de Seattle KEXP y 3- la minimal, el Damien Jurado más íntimo tocando para los Tiny Desk Concerts de la NPR, donde interpreta tres temas del disco ("Cloudy Shoes", "Arkansas" y "Beacon Hill") y un corte inédito ("Newspaper Gown"). Espero que os guste.

DAMIEN JURADO- SAINT BARTLETT

WEB OFICIAL DE DAMIEN JURADO

MYSPACE DE DAMIEN JURADO

DAMIEN JURADO EN SECRETLY CANADIAN

RESEÑA DE SAINT BARTLETT EN JENESAISPOP

RESEÑA DE SAINT BARTLETT EN PITCHFORK

ENTREVISTA A DAMIEN JURADO EN MUZIKALIA


DAMIEN JURADO EN DAYTROTTER SESSIONS

jueves, 3 de noviembre de 2011

God Help The Girl- God Help The Girl (2009)


Me cuesta entender las filias repentinas que asaltan a la población de este país. Por ejemplo: La Fórmula 1. Recuerdo que cuando iba al instituto tenía un compañero que estaba enganchado a los piques entre Senna y Prost, los domingos, lejos de curar las primeras resacas de su corta existencia, los pasaba madrugando para disfrutar en estado semicataléptico de aquellas carreras de coches que nadie entendía y que no significaban nada en términos de audiencias televisivas. De repente apareció Fernando Alonso en nuestras vidas y medio país se convirtió al credo de los monoplazas, las cadenas de televisión se enzarzaban en una guerra a cuchillo por los derechos del circo del motor, y un deporte que hasta hacía unos años había sido minoritario se revelaba como imprescindible en la vida de los españoles; conozco gente para la que el mundo se paraliza, literalmente, los días que hay carrera. Ejemplo número 2: Los musicales. Un espectáculo que asociábamos con los teatros norteamericanos, que parecen alérgicos a los clásicos y a la dramaturgia de calidad, se planta en España dispuesto a arrasar, eso sí, bajo el peculiar prisma de la idiosincrasia española y su personal visión comercial del espectáculo. Dicha visión distorsionada derivará en engendros como "Hoy no me puedo levantar" ó "40. El musical", que batirán todos los records de asistencia y de permanencia en cartel habidos y por haber. Ahora nos encantan los musicales, cuando hace unos años era impensable que un teatro español dedicase una semana de su programación a este tipo de espectáculos. Y no sólo eso, sino que hemos pervertido una expresión artística respetable, más allá de los gustos personales, convirtiéndola en una paparrucha infumable donde la falsa nostalgia, la moralina y la mediocridad campan a sus anchas; vamos que me diréis vosotros, queridos seguidores, que lo mismo es "Los Miserables" que "Hoy no me puedo levantar"... Pero que no cunda el pánico, hoy desde Rainy Day Music vamos a aportar un soplo de aire fresco, un halo de esperanza al panorama de los musicales actuales, por ello hemos elegido una de las últimas creaciones del gran Stuart Murdoch, "God Help The Girl".

Con guión del propio Murdoch, "God Help TheGirl" es una película donde la música tiene un papel predominante, y con la que el cerebro de Belle & Sebastian debutará como director de cine; su estreno está previsto para el 2012. Stuart Murdoch ha trabajado intermitentemente en este poyecto desde la grabación de "Dear Catastrophe Waitress" en 2004, dando forma a un disco que plasma a la perfección la pasión de Murdoch por los girl groups de los 50's y 60's. En "God Help The Girl" encontramos fundamentalmente voces femeninas, ellas son las que llevan el peso de las canciones, acompañadas de invitados de lujo como el mismísimo Neil Hannon, y con unos omnipresentes y brillantes arreglos de cuerda. Murdoch apuesta por voces desconocidas, cobrando especial protagonismo la cantante irlandesa Catherine Ireton, que interpreta la mayor parte de los temas. El disco suena a los Belle & Sebastian más embrionarios, es cierto, pero dejando una ranurita para que entre un ligero soplo de jazz, de clásica e incluso del sofisticado soul que irrumpe en alguno de los discos de la banda, como el citado "Dear Catastrophe Waitress" o "The Life Pursuit", del cual se incluyen dos canciones. En cuanto a la temática de "God Help The Girl", las canciones giran en torno al personaje de Eve, interpretado,vocalmente hablando, por Catherine Ireton. Eve ha abandonado sus estudios y ha comenzado a trabajar, es una joven con multitud de sueños, pero uno destaca sobre los demás: convertirse en cantante. Las canciones del disco repasan sus avatares, sus relaciones amorosas y sus aventuras de todo tipo, incluso las más problemáticas. No obstante el disco nunca suena dramático ni amargo, más bien hace gala de un humor y de una ironía muy británica que sitúa a Stuart Murdoch entre los mejores compositores salidos de las Islas de todos los tiempos, le pese a quien le pese. Para reafirmar mi sentencia basta con escuchar canciones como la que da título al disco, las armonías vocales de "Pretty Eve in the Tub", la revisión de la enorme "Funny Little Frog", la sobrecogedora intervención de Neil Hannon en "Perfection as a Hipster", o un "Come Monday Night" que recuerda a los Belle & Sebastian que conmovieron al mundo con Isobel Campbell en Enlacesus filas. Sin duda, un disco más que notable con el que reencontrarse con el mejor Stuart Murdoch y con el que descubrir a una magnífica vocalista.

Os dejo unos enlaces por si queréis profundizar en el asunto, en primer lugar el myspace y la web oficial de God Help The Girl, y en segundo lugar un link a Jenesaispop donde se analiza el proyecto de Murdoch; sí, es un poco austero y no tiene nada que ver con el festín de enlaces de entradas anteriores, pero qué le vamos a hacer, los cambios son así... Eso sí, no me olvido de los videos, he seleccionado el clip oficial de "Come Monday Night", una interpretación en directo del tema "God Help The Girl" y un tercer video en el que el propio Murdoch habla acerca del proyecto. Ahora está en vuestras manos, podéis darle una oportunidad al musical de Stuart Murdoch o dejaros engatusar por el talento de los hermanos Cano y los pecualiares musicales made in Spain. Espero que os guste.


GOD HELP THE GIRL



WEB OFICIAL DE GOD HELP THE GIRL

MYSPACE DE GOD HELP THE GIRL



GOD HELP THE GIRL EN JENESAISPOP