miércoles, 18 de abril de 2012

De nubes y nubarrones


Esta es la entrada que uno nunca quiere redactar, el instante en el que no se piensa cuando se incia una aventura como la de crear y alimentar un blog. Hoy es un día triste, o tal vez no, quién sabe, lo único que está claro es que ya he llegado a ese punto de no retorno en el que no queda más opción que tomar una decisión drástica, hacer uso de la razón, a la que tantas veces hemos dado esquinazo, y dar por finiquitada mi etapa al mando de Rainy Day Music. He de admitir que la idea llevaba tiempo rondándome la cabeza, pero al final, mediante un ejercicio de orgullo, conseguía sacar las fuerzas necesarias para escribir un nuevo post y mantener con vida a este viejo moribundo. Es momento de hacer balance de todos estos años, destacando todo lo positivo que ha tenido esta aventura, que ha sido mucho, y que se resume en haber conocido a gente maravillosa, generosa y solidaria; excepcionales compañeros de viaje en este mundo que tanto nos apasiona: la música. Quiero agradeceros a todos vuestra colaboración, vuestra implicación, vuestra fidelidad y, sobre todo, vuestra complicidad a lo largo de estos 4 años, sin vosotros nada de esto hubiera tenido sentido. También me gustaría dedicar un apartado especial de estos agradecimientos a aquellos músicos que han sabido entender la labor de éste y otros blogs, que no es, ni mucho menos, arrebatarles nada, sino más bien luchar a su lado y en su mismo bando, codo con codo frente a un panorama que cada vez es más negro para los profesionales de la música. Personalmente quiero que la gente siga comprando discos, y lo deseo con todas mis fuerzas, quiero que se mantenga una manera de entender la música que está condenada a la extinción. Me entristece que en mi ciudad, la quinta en importancia de este país, apenas queden tiendas de discos, y que la compra de los mismos se haya convertido en algo residual. Pero no seamos cínicos, la culpa no es de quienes compartimos archivos, la culpa es de una industria que no ha sabido evolucionar, que se empeña en obtener unos dividendos abusivos a fuerza de engañar a artistas y a compradores, y que camina de la mano con entidades privadas que, en connivencia con los gobiernos de todo signo, hurtan sin piedad a los ciudadanos. Mi principal objetivo es que compréis todo lo que hayáis descargado de Rainy Day Music y os haya gustado, desde aquí se os ha dado la oportunidad de escuchar algunos discos, ojalá haya servido para que os hayáis hecho con ellos.

En la maleta también me llevo alguna decepción, no os voy a engañar. Cuando inauguré esta bitácora lo hice encendido de pasión ante todo un universo que acababa de descubrir: los blogs y las webs dedicadas a compartir música. Tras colaborar en espacios ajenos, como 1PocodMusica o Trashsistors, decidí lanzarme a la piscina y abrir mi propio blog; 4 años más tarde puedo afirmar que esperaba una mayor trascendencia, tal vez haya pecado de soberbio, un mayor seguimiento, quizás haya pecado de vanidoso, y desde luego muchos más comentarios, en este caso he pecado de iluso. Siento, y tal vez me equivoque, que no he acabado de conectar con la gente, que Rainy Day Music se ha quedado como una pequeña isla, un lugar que no molesta pero que tampoco ofrece nada excitante. Sin duda la culpa ha sido mía, en primer lugar por no actualizar como es debido, al carecer de cierto orden en la publicación de entradas he perdido por el camino a más de un seguidor, de eso estoy convencido. Tampoco he apostado por una línea especializada, este no es un blog dedicado al pop, al rock'n'roll o al punk, es un sitio donde tiene cabida todo tipo de estilos, sin prejuicios; ése era mi objetivo y no sé si he sabido defenderlo correctamente, lo que sí tengo claro es que los blogs especializados tienen más seguimiento. Sinceramente, 91000 visitantes en 4 años no son muchos, sobre todo teniendo en cuenta el vertiginoso ritmo al que funciona internet. En cuanto a los comentarios, volvemos a un tema muy trillado pero no por ello menos importante. Después de todo este tiempo si algo tengo claro es que me metí en este lío para compartir con los demás aquellos discos que me hacían sentir cosas diferentes, aquellos que por uno u otro motivo considero especiales, y la finalidad principal era hablar de esos discos, intercambiar impresiones, conocer vuestras reacciones. Con la salvedad de un reducido grupo de fieles que dejaban su opinión al final de cada entrada, este objetivo rara vez se ha alcanzado. Hay archivos que han sido descargado más de 1000 veces y que cuentan con tres o cuatro comentarios, el último disco que colgué, por poner un ejemplo, tan sólo tiene uno. Sin duda esto resulta lo más frustrante de esta aventura, si falla la comunicación ¿qué estamos haciendo aquí? Le he dado vueltas y más vueltas, pensando siempre que el causante de este mal podía ser yo, he visitado otros blogs en los que no se ofrece ningún archivo para descargar y he observado, no sin envidia, como cada entrada contaba con 20, 30 e incluso más comentarios ¿cuál será el secreto? Me he preguntado en más de una ocasión. Abatido, exhausto y cuatro años más viejo, me rindo. No tengo más fuerzas para continuar, si no hay nadie al otro lado, si no se produce ese feedback tan necesario en este medio ¿qué sentido tiene todo esto? Cuando colaboraba en Trashsistors también teníamos con frecuencia esta diatriba, y recuerdo que en cierta ocasión un tipo achacó nuestro apetito de comentarios a un ego enorme que debíamos alimentar y cultivar; nada más lejos de la realidad. Yo no soy nadie, ni siquiera sabéis mi nombre real, ni a qué me dedico, ni cuáles son mis gustos más allá de la música; yo soy mis discos, los que he compartido con vosotros durante todo este tiempo, y si la mayor parte de la gente prefiere ignorarme lo mejor que puedo hacer es retirarme y dedicarme a otra cosa. Sin dramas, sin tragedias, pero con sentido práctico.

Quienes me conocéis, y aquellos que visitáis frecuentemente este blog, ya sabéis que soy un tipo muy volátil, soy indeciso, dubitativo e incluso cambiante, digo esto porque no sé si estas líneas suponen un adiós o un hasta pronto. De momento dejo el blog abierto, es decir que no lo elimino ni retiro los enlaces, eso sí, no repongo links, lo que se cae desaparece, lo siento. Si queréis comunicaros conmigo podéis hacerlo mediante los comentarios del blog, o si preferís a través del correo electrónico, recordad: binguerismo@gmail.com, estaré encantado de contestaros y de tener noticias vuestras. También abro la posibilidad, a aquellos que quieran seguir manteniendo el contacto y compartiendo música, de intercambiar archivos a través de la nube; ese ente del que tanto se habla últimamente y que yo soy incapaz de entender, algo así como lo que le pasaba a mi abuela con el teléfono. Tengo cuenta en Dropbox, y de vez en cuando subo archivos para compartir con algunos amigos, de todo un poco: r'n'r, punkrock, powerpop, psicodelia, garage, folk, soul... Si alguien quiere formar parte de la familia sólo tiene que descargarse el programa (es gratuíto y muy sencillo de usar) y facilitarme una dirección de correo electrónico (enviadla al e-mail antes indicado). ¿Qué ocurrirá con Rainy Day Music? Quién lo sabe a ciencia cierta... De momento, parafraseando a terroristas y a miembros de nuestra monarquía, se produce un cese temporal de la actividad en este blog, lo cual se traducirá en menos quebraderos de cabeza para quien esto escribe y mayor tiempo libre para disfrutar de mis múltiples hobbies, entre los cuales se encuentra la cría de cachorros humanos. Gracias a todos por haber estado ahí durante todo este tiempo, habéis sido unos formidables compañeros de viaje pero este tren ya ha llegado a mi destino. Buscadme en las nubes.