jueves, 22 de noviembre de 2012

KOTJ-002. Hula Baby- The Rochester Sessions

 

KOTJ Records vuelve a la carga demostrando que la locura de su creador no es flor de un día, sino que más bien presenta los efectos irreversibles de esa terrorífica adicción a la que están sujetos los yonquis de la aguja y el vinilo; droga sacrosanta y redentora que ha escrito las mejores páginas de las vidas de quienes amamos la música de manera ineluctable. La segunda referencia de este sello novel está dedicada a un grupo que hace del rock'n'roll una fiesta, una banda que no concibe la música sin diversión, un cuarteto que combina en su peculiar coctelera surf, r'n'r, frat o twist a partes iguales, con hielo, agitado pero no revuelto: los vallisoletanos Hula Baby.
Hula Baby nace de la manera más espontánea y lúdica posible, tras presenciar en el Freakland de 2007 las actuaciones de The Neanderthals y TheHi-Risers, una experiencia que cambiaría la percepción que estos muchachos tenían de la música en directo, una verdadera epifanía que les llevaría a emular a aquellas dos formaciones que tanto les habían hecho disfrutar. Así es como empiezan a adaptar los temas de estas dos bandas, y de otras como The Kaisers o The Sonics, a la lengua cervantina liberándolas de barbarismos; limpiando, fijando y dando esplendor. Los componentes de Hula Baby cuentan con un importante bagaje musical a sus espaldas, habiendo militado en algunas de las bandas más significativas de la escena vallisoletana de los últimos años, esa experiencia atesorada hizo que este proyecto no tardase en tomar entidad propia convirtiéndose en algo más que un mero pasatiempo, lo que se traduciría en la grabación de dos discos autoproducidos. El primer, y homónimo, LP vio la luz en 2008 y funcionó como manifiesto de las intenciones de Hula Baby, un disco descarado y divertido, con la única intención de hacer pasar un buen rato a quien deslizase la aguja por alguno de sus microsurcos. Adaptaciones al castellano de algunos de los más celebrados temas de las bandas ya citadas, y que son garantía de éxito en cualquier guateque de hoy en día, se dan cita en este primer disco, indicándonos cuál va a ser el camino que van a seguir los de Pucela en próximas entregas. El siguiente golpe en la mesa lo darían en 2010, con el disco "No voy a bajar", un trabajo en el que Hula Baby sube la intensidad de su repertorio y se enfundan las bermudas para surfear las agitadas aguas del Pisuerga. El magnífico trabajo instrumental, las desenfadadas, y en ocasiones hilarantes, letras y la devoción que el cuarteto parece profesar hacia esa cultura de la rock'n'roll party son razones más que fundadas para dejarnos seducir por la propuesta de estos muchachos. Y ahora llega el turno de Óscar y su maravillosa factoría musical, KOTJ Records, que se encarga de dar forma al tercer trabajo de Hula Baby; un siete pulgadas que continúa con la filosofía recogida en la primera referencia del sello, y que corría a cargo de los maravillosos Smoggers. 
Refresquemos la memoria y repasemos las premisas de KOTJ Records. Vinilo de siete pulgadas, formato que a muchos nos tiene enamorados desde que tenemos memoria musical, y cuidada portada, son las claves que ya se apuntaban con la primera referencia del sello. En este caso la responsabilidad de la cubierta recae sobre Chris Charles, diseñadora que ha trabajado, entre otros, con los ídolos de estos pucelanos, The Hi-Risers. Se trata de un diseño que se inspira en un EP de TheHoneycombs, una foto que capta perfectamente la esencia de Hula Baby. Otra de las pautas marcadas por Óscar era el número de temas a incluir, tres, de los cuales uno debería ser forzosamente una versión, y no una cualquiera, sino una elegida para la ocasión por el propio capo de KOTJ, que pone así a prueba la pericia y la inventiva de los conjuntos que hacen las delicias de la juventud actual. Empecemos hablando de la versión, en esta ocasión la elegida ha sido "Double Whammy" de Jack Bedient and theChessmen, y sólo podemos decir que Hula Baby han superado el examen con matricula de honor, transformando el estribillo en un pegadizo “Dámelo a mí”. Las otras dos canciones son sendas adaptaciones al castellano de The Hi-Risers, “Decisión” en la que dan una nueva vuelta de tuerca a “I Like that Peggy Jones”, y “Maribel”, que toma prestado el magnífico “Bugle Ann”. Los temas han sido grabados en Rochester junto a los mismísmos Hi-Risers, lo que ha supuesto saldar una cuenta pendiente para los de Valladolid, que soñaban con hacer este viaje desde que fueron invitados por sus ídolos y amigos, hace ya unos años. Finalmente el viaje se materializó y se convirtió, como no podía ser de otra manera, en una colaboración obligada entre dos bandas mellizas que, aunque separadas por un océano, comparten el amor por unos mismos sonidos y por una misma filosofía; así de grande es el rock'n'roll.
KOTJ se asienta con esta segunda entrega y se convierte, por derecho propio, en referente dentro de los sellos españoles dedicados al r'n'r y a sus innumerables variantes. Ajenos a las crisis de todo pelaje, los yonquis del vinilo piden más, son insaciables y hedonistas, y si no les das lo que te piden pueden ser peligrosos. Así que solicita un rescate bancario o una intervención cuanto antes y ráscate el bolsillo para hacerte con una copia de este maravilloso vinilo, golosinas como ésta se agotan rápido y luego acabarás lamentándolo.



jueves, 24 de mayo de 2012

Nace KOTJ Records


No, no es que me haya arrepentido y haya dado marcha atrás; que nadie se llame a engaño, esto no es un regreso, al menos de momento. Simplemente quiero abrirle una ventanita al amigo Óscar, del blog (y ahora también del sello) Kick Out the Jams, que ha comenzado una aventura preciosa y en la que le deseo la mayor de las fortunas, ya que su suerte será la de todos aquellos que estamos enganchados sin remisión a esta maravillosa droga que es la música. Como ya señalé en mi post de despedida (o lo que demonios fuese aquello), uno de los mayores premios, y sin duda la mejor experiencia, que me llevo de estos cinco años en Rainy Day Music es el haber conocido a gente extraordinaria, locos de este mundo sonoro en quienes he encontrado un fiel reflejo de mí mismo. Locos que no renuncian a nada, ni siquiera a algunos de sus sueños, como es el caso de Óscar, que se ha lanzado al vacío para ver cumplido uno de sus anhelos, crear su propio sello discográfico. Un sello bautizado con las siglas KOTJ, en alusión a la incendiaria frase, una máxima compuesta por cuatro palabras que llevan acompañándole desde hace un buen tiempo y que definen a la perfección la hoja de ruta de su creador: garage, punk-rock, surf, power pop... rock'n'roll en definitiva. Óscar se ha propuesto plasmar su pasión por la música en su propio sello, dedicando un mimo y un cariño extraordinario a su primera referencia y, tal y como nos adelanta, a las futuras entregas. La propuesta consiste en facturar golosos artefactos de 7'', un formato que para muchos de nosotros tiene un atractivo irresistible, EP's en los cuales uno de los temas será necesariamente una versión. Su intención es contar con grupos de incipiente trayectoria en la escena musical, lo cual supondrá un auténtico espaldarazo para dichas formaciones, sobre todo teniendo en cuenta el momento que vive el mercado musical. Y por si todo esto fuera poco, nuestro adorado loco pretende envolver estas golosinas con los diseños gráficos de algunos de los mejores artistas del ramo, ahí es nada ¿podrás resistirte?

KOTJ Records abre fuego con una primera referencia de las que quitan el hipo, capaz de hacer sombra, por calidad, diseño y factura a muchos sellos ya consagrados. Los encargados de inaugurar esta nueva disquera (como dirían los amigos hispanoamericanos) son The Smoggers, orgullo del garage andaluz y una de las formaciones más prometedoras del género dentro del panorama patrio. Los sevillanos dan forma así a su cuarta referencia en el mercado, tras su fantástico debut con el 10'' "Smoggin' your Mind", el EP "A Day with You" y el también reciente 10'' "Chinese Food"; referencias, todas ellas, que les han hecho ganarse el respeto de la parroquia garagera estatal e internacional, situándolos como una de las bandas más interesantes de la escena actual. La receta, aunque conocida, no puede ser más efectiva: grandes dosis de fuzz y distorsión, salpimentadas con Farfisa, ritmos primitivos y un aliño con aromas de punk, R&B y, por supuesto, garage. Todo ello con el enorme Mike Mariconda a los mandos, responsable de la producción de todas las referencias de la banda. En su nueva incursión discográfica, en este caso al frente del recién nacido KOTJ Records, The Smoggers no defraudan y vuelven a dar en la diana con la pasión y la entrega que les caracteriza en todas sus grabaciones, dando forma a tres pistas que harán que tus pies no estén quietos ni un solo segundo. Dos canciones de cosecha propia, como son "Shame on You" y "Jump Inside", que abren y cierran el disco respectivamente, y una versión, siguiendo los dictados de Óscar, que en este caso es "It's Just not the Same", que en su día esculpieron y pulieron unos nuevaoleros The Delinquents. Creo que no exagero si afirmo que estos tres cortes se encuentran entre lo mejor del repertorio de la banda sevillana, confirmando la fuerza y el extraordinario estado de forma de The Smoggers, un cuarteto en plena efervescencia que está llamado a darnos muchas alegrías. Mike Mariconda vuelve a hacer de las suyas en la producción, extrayendo esa savia primitiva y auténtica que él tan bien sabe apreciar, y confeccionando un muro de fuzz y Farfisa que haría las delicias del mismísimo Rudi Protrudi.


Como bien prometía el bueno de Óscar, el diseño de cada entrega correrá a cargo de artistas reconocibles y admirados para quienes disfrutamos paladeando rodajas vinílicas de esta calaña. Personalmente, pienso que no podía haber estado más acertado en su primera elección, dejando al enorme Darren Merinuk la responsabilidad de protagonizar la primera referencia de KOTJ. El trabajo del canadiense es sencillamente brillante, tal y como nos tiene acostumbrados en sus múltiples referencias; ahí tenéis la portada, juzgad vosotros mismos. Si yo no conociese al grupo que protagoniza este EP, me haría con él sólo por la portada, pero como además lo conozco y bien, me sobran los motivos para rascarme el bolsillo y hacerme con una copia ¡ya! Enhorabuena por la elección, Óscar. Pero es que además, el capo de KOTJ, demuestra un conocimiento, no sólo de la escena musical sino también del panorama gráfico, encomiable, y ha encargado a Mik Baro el diseño del logo de su sello; tres decisiones, tres aciertos, no se puede pedir más, compañero.

Como veis, tenía razones más que justificadas para redactar una nueva entrada de este blog, aunque diste mucho del tipo de sonidos que aquí se suelen dar cita. Para mí no hay tanta diferencia, siempre me he mostrado como alguien libre de prejuicios musicales que disfruta de la misma manera con un arreglo de cuerda que con una distorsión y unos buenos berridos, con un tema de folk que con uno de punk-rock; el problema no lo tengo yo, lo tienen aquellos que se empeñan en acotar la música, en ponerle restricciones, cuando lo importante no es cómo suena sino lo que te hace sentir. Y a mí este EP de The Smoggers me hace sentir salvaje, me inyecta adrenalina y me proporciona un acelerón más que necesario en aquellos días en los que me cuesta levantarme de la cama, en suma, me despierta una rabia positiva y unas ganas de vivir que son mucho más valiosas que los 6'50 euros que hay que pagar para hacerse con el disco. Si vosotros queréis experimentar lo mismo, o algo parecido, sólo tenéis que poneros en contacto con Óscar a través de la página de su sello, que encontraréis en los enlaces que acompañan a este texto. Desde este humilde rincón de la blogosfera le deseamos a Óscar la mejor de las suertes, y a su sello una longeva existencia para que nos abastezca de más discos como éste, que hacen salivar a cualquier aficionado a la buena música. Aunque no suene muy original, me quiero despedir gritando a los cuatro vientos aquella mitica frase, cuyo encabezamiento ha servido para bautizar a este nuevo sello, así que con vuestro permiso... ¡Kick out the jams motherfuckers!




THE SMOGGERS MYSPACE

THE SMOGGERS BANDCAMP

ENTREVISTA A THE SMOGGERS EN SONIC WAVE MAGAZINE

KOTJ RECORDS (¡COMPRA!)

miércoles, 18 de abril de 2012

De nubes y nubarrones


Esta es la entrada que uno nunca quiere redactar, el instante en el que no se piensa cuando se incia una aventura como la de crear y alimentar un blog. Hoy es un día triste, o tal vez no, quién sabe, lo único que está claro es que ya he llegado a ese punto de no retorno en el que no queda más opción que tomar una decisión drástica, hacer uso de la razón, a la que tantas veces hemos dado esquinazo, y dar por finiquitada mi etapa al mando de Rainy Day Music. He de admitir que la idea llevaba tiempo rondándome la cabeza, pero al final, mediante un ejercicio de orgullo, conseguía sacar las fuerzas necesarias para escribir un nuevo post y mantener con vida a este viejo moribundo. Es momento de hacer balance de todos estos años, destacando todo lo positivo que ha tenido esta aventura, que ha sido mucho, y que se resume en haber conocido a gente maravillosa, generosa y solidaria; excepcionales compañeros de viaje en este mundo que tanto nos apasiona: la música. Quiero agradeceros a todos vuestra colaboración, vuestra implicación, vuestra fidelidad y, sobre todo, vuestra complicidad a lo largo de estos 4 años, sin vosotros nada de esto hubiera tenido sentido. También me gustaría dedicar un apartado especial de estos agradecimientos a aquellos músicos que han sabido entender la labor de éste y otros blogs, que no es, ni mucho menos, arrebatarles nada, sino más bien luchar a su lado y en su mismo bando, codo con codo frente a un panorama que cada vez es más negro para los profesionales de la música. Personalmente quiero que la gente siga comprando discos, y lo deseo con todas mis fuerzas, quiero que se mantenga una manera de entender la música que está condenada a la extinción. Me entristece que en mi ciudad, la quinta en importancia de este país, apenas queden tiendas de discos, y que la compra de los mismos se haya convertido en algo residual. Pero no seamos cínicos, la culpa no es de quienes compartimos archivos, la culpa es de una industria que no ha sabido evolucionar, que se empeña en obtener unos dividendos abusivos a fuerza de engañar a artistas y a compradores, y que camina de la mano con entidades privadas que, en connivencia con los gobiernos de todo signo, hurtan sin piedad a los ciudadanos. Mi principal objetivo es que compréis todo lo que hayáis descargado de Rainy Day Music y os haya gustado, desde aquí se os ha dado la oportunidad de escuchar algunos discos, ojalá haya servido para que os hayáis hecho con ellos.

En la maleta también me llevo alguna decepción, no os voy a engañar. Cuando inauguré esta bitácora lo hice encendido de pasión ante todo un universo que acababa de descubrir: los blogs y las webs dedicadas a compartir música. Tras colaborar en espacios ajenos, como 1PocodMusica o Trashsistors, decidí lanzarme a la piscina y abrir mi propio blog; 4 años más tarde puedo afirmar que esperaba una mayor trascendencia, tal vez haya pecado de soberbio, un mayor seguimiento, quizás haya pecado de vanidoso, y desde luego muchos más comentarios, en este caso he pecado de iluso. Siento, y tal vez me equivoque, que no he acabado de conectar con la gente, que Rainy Day Music se ha quedado como una pequeña isla, un lugar que no molesta pero que tampoco ofrece nada excitante. Sin duda la culpa ha sido mía, en primer lugar por no actualizar como es debido, al carecer de cierto orden en la publicación de entradas he perdido por el camino a más de un seguidor, de eso estoy convencido. Tampoco he apostado por una línea especializada, este no es un blog dedicado al pop, al rock'n'roll o al punk, es un sitio donde tiene cabida todo tipo de estilos, sin prejuicios; ése era mi objetivo y no sé si he sabido defenderlo correctamente, lo que sí tengo claro es que los blogs especializados tienen más seguimiento. Sinceramente, 91000 visitantes en 4 años no son muchos, sobre todo teniendo en cuenta el vertiginoso ritmo al que funciona internet. En cuanto a los comentarios, volvemos a un tema muy trillado pero no por ello menos importante. Después de todo este tiempo si algo tengo claro es que me metí en este lío para compartir con los demás aquellos discos que me hacían sentir cosas diferentes, aquellos que por uno u otro motivo considero especiales, y la finalidad principal era hablar de esos discos, intercambiar impresiones, conocer vuestras reacciones. Con la salvedad de un reducido grupo de fieles que dejaban su opinión al final de cada entrada, este objetivo rara vez se ha alcanzado. Hay archivos que han sido descargado más de 1000 veces y que cuentan con tres o cuatro comentarios, el último disco que colgué, por poner un ejemplo, tan sólo tiene uno. Sin duda esto resulta lo más frustrante de esta aventura, si falla la comunicación ¿qué estamos haciendo aquí? Le he dado vueltas y más vueltas, pensando siempre que el causante de este mal podía ser yo, he visitado otros blogs en los que no se ofrece ningún archivo para descargar y he observado, no sin envidia, como cada entrada contaba con 20, 30 e incluso más comentarios ¿cuál será el secreto? Me he preguntado en más de una ocasión. Abatido, exhausto y cuatro años más viejo, me rindo. No tengo más fuerzas para continuar, si no hay nadie al otro lado, si no se produce ese feedback tan necesario en este medio ¿qué sentido tiene todo esto? Cuando colaboraba en Trashsistors también teníamos con frecuencia esta diatriba, y recuerdo que en cierta ocasión un tipo achacó nuestro apetito de comentarios a un ego enorme que debíamos alimentar y cultivar; nada más lejos de la realidad. Yo no soy nadie, ni siquiera sabéis mi nombre real, ni a qué me dedico, ni cuáles son mis gustos más allá de la música; yo soy mis discos, los que he compartido con vosotros durante todo este tiempo, y si la mayor parte de la gente prefiere ignorarme lo mejor que puedo hacer es retirarme y dedicarme a otra cosa. Sin dramas, sin tragedias, pero con sentido práctico.

Quienes me conocéis, y aquellos que visitáis frecuentemente este blog, ya sabéis que soy un tipo muy volátil, soy indeciso, dubitativo e incluso cambiante, digo esto porque no sé si estas líneas suponen un adiós o un hasta pronto. De momento dejo el blog abierto, es decir que no lo elimino ni retiro los enlaces, eso sí, no repongo links, lo que se cae desaparece, lo siento. Si queréis comunicaros conmigo podéis hacerlo mediante los comentarios del blog, o si preferís a través del correo electrónico, recordad: binguerismo@gmail.com, estaré encantado de contestaros y de tener noticias vuestras. También abro la posibilidad, a aquellos que quieran seguir manteniendo el contacto y compartiendo música, de intercambiar archivos a través de la nube; ese ente del que tanto se habla últimamente y que yo soy incapaz de entender, algo así como lo que le pasaba a mi abuela con el teléfono. Tengo cuenta en Dropbox, y de vez en cuando subo archivos para compartir con algunos amigos, de todo un poco: r'n'r, punkrock, powerpop, psicodelia, garage, folk, soul... Si alguien quiere formar parte de la familia sólo tiene que descargarse el programa (es gratuíto y muy sencillo de usar) y facilitarme una dirección de correo electrónico (enviadla al e-mail antes indicado). ¿Qué ocurrirá con Rainy Day Music? Quién lo sabe a ciencia cierta... De momento, parafraseando a terroristas y a miembros de nuestra monarquía, se produce un cese temporal de la actividad en este blog, lo cual se traducirá en menos quebraderos de cabeza para quien esto escribe y mayor tiempo libre para disfrutar de mis múltiples hobbies, entre los cuales se encuentra la cría de cachorros humanos. Gracias a todos por haber estado ahí durante todo este tiempo, habéis sido unos formidables compañeros de viaje pero este tren ya ha llegado a mi destino. Buscadme en las nubes.


sábado, 31 de marzo de 2012

Vashti Bunyan- Just Another Diamond Day (1970. Reed. 2000)


Como bien reza una máxima de la criminología, o al menos así se asevera en el cine negro, el asesino siempre regresa al escenario del crimen. Yo, no podía ser menos, y como torpe delincuente que soy vuelvo a asomarme a esta ventana desde la que me despacho a gusto y a través de la cual busco captar adeptos para un absurdo plan de dominación mundial; tened por seguro que estamos abocados al más estrepitoso de los fracasos. Una vez más he vuelto a faltar a mis promesas de asiduidad, siempre he sido un tipo poco promiscuo. También he vuelto a hacer caso omiso a ese personajillo que se asoma a mi oído insistiendo en que es una estupidez escribir tanto texto, que nadie va a leer estas entradas y que estoy perdiendo el tiempo. Hace meses que escribo este blog para mí mismo, una suerte de onanismo sin sentido. Aunque todo esto suene contestatario, nunca me he tenido por alguien combativo, más bien al contrario, me considero una persona tranquila y conforme, ojo, que no es lo mismo que conformista. Pero desde hace ya unos cuantos años me asalta constantemente la idea de romper con todo, de empezar de cero una existencia alejada de todo el mal que nos rodea, que cada día es mayor y más nocivo. El viejo sueño hippie de vivir en la naturaleza, al margen de una sociedad con la que resulta casi imposible identificarse, alejado de unos gobiernos y de unos gobernantes que hace tiempo que dejaron de estar al servicio del pueblo, ajeno a un sistema podrido en todos y cada uno de sus estratos, desde los materiales hasta los humanos. A veces veo por la tele a tipos con pinta de iluminados que han decidido dar carpetazo a su vida anterior y que ahora disfrutan de lo que parece una plácida existencia, en comunión con el campo y con su yo interior. No puedo evitar sentir una mezcla de envidia y rechazo; me repele y me atrae al mismo tiempo, como decía un amigo mío. Tal vez el rechazo sea fruto de la propia envidia, quién sabe. La cuestión es que, inmersos como estamos en lo que se empeñan en llamar crisis y que no es sino la excusa perfecta para despojarnos de la poca dignidad que nos queda como ciudadanos, la bucólica y utópica Arcadia campestre se ha vuelto a instalar en mis meninges. Muchas veces me veo a mí mismo cultivando huertos imaginarios, cuyo mínimo mantenimiento y explotación desconozco; dando de comer a animales domésticos, cuyos cuidados y costumbres desconozco; o construyendo mi propia vivienda, aquí suele ser cuando me despierto sobresaltado, pues es de sobras conocida mi proverbial "bricofobia". Sea como fuere, me resulta reconfortante pensar en que siempre queda una salida, aunque suponga huir hacia adelante, aunque la consecuencia más inmediata sea el aislamiento. Pero uno vive en una contradicción absoluta y la vida, eso que ocurre mientras estamos ocupados en hacer planes (grande, Lennon), te coloca en una tesitura compleja, que muchas veces te obliga a renunciar a determinados sueños. A quién quiero engañar, en el fondo soy un urbanita que no soportaría más de un cuarto de hora sin internet y alejado de su equipo de música, un aspirante a bon vivant que no aguantaría el olor del estiércol, un individuo carente de cualquier tipo de destreza. Afortunadamente para los seres de mi calaña, hay personas que se dedican a materializar nuestras quimeras, siendo sus experiencias las que vivimos como nuestras a través de la literatura, el arte y, por supuesto, la música. Hoy quiero presentaros a una de esas personas, alguien que persiguió su sueño hastiada de la frivolidad y la injusticia que le rodeaba, queridos amigos, con todos vosotros Vashti Bunyan.

Vashti Bunyan nace en Londres en 1945. Desde pequeña estuvo interesada por el mundo del arte, lo que le llevaría, ya más adulta, a matricularse en la escuela de dibujo y bellas artes de la Universidad de Oxford. El carácter rebelde de Vashti no se adaptaría a la exigencias del mundo universitario inglés, por lo que acabaría siendo expulsada de Oxford tras faltar a clase de manera reiterada. Con 18 años viaja a Estados Unidos, donde conocerá la música de Bob Dylan, "The Freewheelin' Bob Dylan" le cambiaría la vida, fue un disco que supuso el empujón definitivo que le haría abandonar todo para dedicarse a la música. De regreso a Londres sería descubierta por el manager de los mismísimos Stones, Andrew Loog Oldham, quien le propondría grabar su primer single en el año 1965, se trata de "Some Things Just Stick In Your Mind", un tema escrito por Jagger y Richards; en la cara B figuraría un corte compuesto por la propia Vashti, "I Want To Be Alone". A este primer trabajo le seguiría un segundo single titulado "Train Song", que al igual que el primero de sus singles tendría una tibia acogida. En 1967 Vashti Bunyan graba algunos temas propios para Inmediate, los cuales quedarán olvidados en algún cajón de la compañía, y hará una breve aparición en el documental "Tonite Let's All Make Love in London"; la compositora empieza a plantearse su futuro en un mercado, el discográfico, lleno de intereses y de injusticias, comienza a fraguarse la gran escapada. Un buen día, harta de un mundo que no le aporta nada y cansada de ser un títere de una industria que siente que no la representa ni la respeta, Vashti decide emprender un largo viaje, en su estrambótico plan contará con la compañía de su novio y un perro, todos juntos montarán en un carromato tirado por un caballo y partirán camino a las escocesas Islas Hébridas, el destino: la comuna planeada por el cantante Donovan en aquel territorio. Aquella comunidad no era sino una utopía que acabaría fracasando, el compositor pretendía repoblar las abandonadas casas de los colonos de las islas de Skye con músicos y artistas. A lo largo de este viaje de dos años de duración se gestará el primer y único disco de Vashti Bunyan (hasta su regreso al mundo de la música, ya a comienzos del siglo XXI), el brillante, mágico e hipnótico "Just Another Diamond Day".

Durante un descanso de lo que podríamos considerar el viaje más hippie de todos los tiempos, Vashti conoce a través de un amigo común, al productor Joe Boyd, célebre por trabajar con músicos de la talla de Nick Drake, Richard Thompson, o la Incredible String Band. Seducido por el periplo de Vashti, Boyd le propone a la compositora grabar un LP con las canciones que han ido naciendo a lo largo del trayecto. En 1969, Vashti Bunyan regresa a Londres y comienza a grabar su legendario disco. En las tareas de grabación le acompañarán músicos de primer nivel, como es el caso de Simon Nicol y Dave Swarbrick, ambos componentes de Fairport Convention, Robin Williamson, de The Incredible String Band, o Robert Kirby, encargado de los arreglos de cuerda en los dos primeros discos de Nick Drake; sin duda, todo un dream team del folk de finales de los sesenta. "Just Another Diamond Day" vería la luz en Phillips, recibiendo cálidas críticas a finales del año 1970, a pesar de ello no consiguiría hacerse con el beneplácito del público, lo que llevaría, entre otras cosas, a Vashti a abandonar su carrera musical. Cuando "Just Another Diamond Day" comienza a girar uno sólo puede sorprenderse por el olfato que tenía Joe Boyd como productor, su trabajo en este disco es sencillamente impecable, y buena muestra de ello la tenemos con la cancion que abre el LP, "Diamond Day", pura magia, con algunos de los mejores arreglos del folk de finales de los sesenta y principios de los setenta; simples pero efectivos. El resultado es un disco bucólico, pastoral, un conjunto de canciones que tienen el poder de hacernos soñar, de transportarnos a esa campiña británica en la que todo era posible. Los arreglos, sutiles y delicados, otorgan todo el protagonismo a la voz de Vashti, ésto, unido a la ausencia casi absoluta de percusión, conforma una atmósfera evocadora y mágica, atemporal y frágil; como la voz de la propia Vashti. La mayoría de los cortes del disco apenas superan los dos minutos de duración, muchos ni llegan, y se comportan como un híbrido perfecto entre nanas y canciones tradicionales. Quizás eso sea lo más maravilloso de todo, cómo esta joven, que soñaba con ser una estrella del pop de la mano de uno de los managers más demandados del momento, acaba explorando su mundo interior y disfrutando de una experiencia única y transgresora que le lleva a revelarse como una enorme cantante de folk. Canciones como "Lily Pond", "Where I Like to Stand" o "Come Wind Come Rain" son el paradigma perfecto de este disco, canciones que el público acabaría ignorando por considerarlas infantiles, pero con una capacidad ensoñadora fuera de lo común. En algunas ocasiones te topas con discos que emanan algo único, que son capaces de captar algo irrepetible, un instante de brillantez interpretativa impresionante, "Just Another Diamond Day" es uno de esos discos. Uno tiene la sensación de que la química entre Vashti y los músicos es total, y que todos se encuentran especialmente inspirados, para ello basta escuchar cortes como "Swallow Song", con unos arreglos de cuerda extraordinarios, una evocadora fábula acerca del otoño que ríete tú de las Estaciones de Vivaldi. Las letras de Vashti Bunyan hablan de las estaciones, de la lluvia, de animales, de los árboles, de ríos, de montañas; las letras de Vashti Bunyan son la guía perfecta de un viaje misterioso e irrepetible. Gracias a ellas, y a la fascinante música que las acompaña, uno tiene la sensación de estar subido a ese carromato, compartiendo espacio con el perro y sintiendo los aromas y los sonidos de ese paisaje en el que la libertad parecía un sueño al alcance de la mano. La reedición en CD que hizo Spinney cuenta con 4 bonus tracks, se trata de la cara B del single de 1966 "Train Song", "Love Song", dos acetatos inéditos, "I'd Like to Walk Around in your Mind" y "Winter is Blue", y una versión diferente de "Iris Song" titulada "Iris's Song for Us" grabada en 1969; cuatro temas, que si bien mantienen cierto nivel, palidecen al lado de cualquiera de los cortes de "Just Another Diamond Day". Entre mis favoritas del LP me gustaría destacar "Diamond Day", "Timothy Grub", "Swallow Song", "Rose Hip November" y "Jog Along Bess"; hermosas y evocadoras hasta la mismísima lágrima.
     
Al poco tiempo de publicarse su primer LP Vashti se dio cuenta de que se había quedado embarazada, entonces sus sueños sufrieron un fuerte revés. Ella y su pareja tuvieron que regresar a Londres para el nacimiento del bebé, tras el cual se convirtieron en unos auténticos sin techo. Existían dos opciones, permanecer en la capital inglesa para promocionar el disco o mudarse con el niño a las cabañas que los componentes de The Incredible String Band tenían en la costa escocesa, y que hacían las veces de cuartel general de la mítica banda de folk. Desanimada ante el fracaso de su disco, Vashti Bunyan, junto a su hijo Leif y su pareja Robert, pone rumbo a Escocia y decide abandonar el mundo de la música. Durante los siguientes 30 años Vashti Bunyan se dedica a criar a sus tres hijos, rodeada de la naturaleza y de los animales que tanto ha necesitado en su vida, alejada de la industria musical y ajena al influjo que su figura y su disco empezaba a ejercer sobre una nueva generación de músicos y de aficionados. "Just Another Diamond Day" se convirtió con el paso de los años en un disco de culto, ironías de nuestra querida industria musical, hasta el punto de que un coleccionista pagaría en eBay más de 2000 dólares por una copia. Ya en el año 2000 vería la luz la edición en CD, con varios extras, del LP, que serviría para dar a conocer de nuevo a la artista al gran público en una especie de segunda oportunidad; a veces las segundas partes funcionan y el destino, siempre caprichoso como hemos visto en este blog con frecuencia, le reservaba una grata sorpresa a la dulce Vashti. Pronto surge un pelotón de músicos que adoran a Vashti, y que la reclaman para colaborar en sus discos, la lista va desde el estrambótico Devendra Banhart, hasta la virtuosa Joanna Newsom, pasando por los eclécticos Animal Collective. El nombre de Vashti Bunyan está cada vez en más bocas, la crítica la recupera, el público la redescubre, y la inevitable inercia de este negocio la coloca en el disparadero para grabar su segundo disco, "Lookaftering"; habían tenido que transcurrir para ello 35 años. Desde entonces la compositora londinense ha emprendido varias giras y ha colaborado en un sinfín de proyectos, en 2007 aparecería además un recopilatorio de sus singles, junto con demos y canciones inéditas, todo ello grabado entre 1964 y 1967, bajo el título de "Some Things Just Stick in Your Mind". Finalmente la historia ponía en su sitio a Vashti Bunyan, una tímida jovencita de la que quisieron hacer un icono pop del Swingin' London y que acabaría convirtiéndose en una talentosa compositora de folk, gracias a un viaje que cambiaría para siempre su vida.

Llegamos al final de la entrada y, como de costumbre, os dejo unos enlaces cuya visita recomiendo encarecidamamente, haced un esfuerzo, que esta vez son poquitos. Primero los oficiales, Myspace (qué poquita vida te queda, compañero...) y web de Vashti Bunyan, y a continuación una reseña de "Just Another Diamond Day" en Pitchfork y dos especiales dedicados a la compositora, uno en Perfect Sound Forever, aparecido en 2005, y otro en la revista Ptolemaic Terrascope, con fecha de 2001; eso sí, a desempolvar el inglés que aprendimos con Muzzy, chicos. Como podréis imaginar, ha sido complicado encontrar videos de Vashti Bunyan, sobre todo de la época en la que grabó su mítico LP, un tiempo en que se mostraba esquiva y escéptica con la industria discográfica. A pesar de ello me he decantado por un video de BBC Collective, que muestra a Vashti hoy en día en su casa, interpretando algunos temas y contándonos detalles acerca de su carrera y su vida. Además para que toméis contacto con el disco he insertado dos reproductores donde podréis escuchar las canciones "Diamond Day" y "Rose Hip November". Espero que os guste.



VASHTI BUNYAN- JUST ANOTHER DIAMOND DAY




WEB OFICIAL DE VASHTI BUNYAN

MYSPACE DE VASHTI BUNYAN 

RESEÑA DE JUST ANOTHER DIAMOND DAY EN PITCHFORK

ENTREVISTA A VASHTI BUNYAN EN PERFECT SOUND FOREVER

VASHTI BUNYAN EN PTOLEMAIC TERRASCOPE

martes, 6 de marzo de 2012

Liebster Blog Award ¡Bingo!


Hola a todos. Vuelvo de las cavernas para daros una buena noticia, este humilde blog ha sido agraciado con un premio muy especial, un Liebster Blog, que nos ha entregado nuestra amiga Mar, del blog MARABUNTA. Como responsable de Rainy Day Music, no puedo más que darle las gracias a nuestra compañera bloguera por el detalle y por acordarse de este lluvioso rincón, sin duda los galardones que vienen de parte de los colegas y de los lectores son los que hacen más ilusión. ¿Y qué es esto del Liebster Blog Award? Se preguntará más de uno, pues bien, dejadme que os lo cuente. Es una iniciativa que intenta difundir blogs poco conocidos, concretamente aquellos que otros blogueros consideren especialmente divertidos, constructivos, edificantes, excitantes, reveladores, didácticos, contestatarios; cualquier calificativo que se os ocurra es válido, si os parece que es digno de ser destacado como cualidad especial de dicha bitácora. Para formar parte de esta empresa hay que seguir varios pasos, que son los siguientes:

1. Copiar y pegar el premio en tu blog y enlazarlo al blogger que te lo concedió.

2. Señalar tus blogs preferidos (entre tres y cinco), es decir, aquellos que serán galardonados según tu criterio. Estos blogs deberán contar con menos de 200 seguidores y deberás dejar en cada uno de ellos un comentario informando de la concesión del citado premio. 

3. Esperar a que cada una de las bitácoras decida continuar con la cadena y elija a sus cinco blogs favoritos. Que quede claro que nadie está obligado a aceptar el premio, ni mucho menos a continuar con la cadena.

Personalmente, me parece una iniciativa loable, ya que si algo nos falta a los blogs pequeños es difusión, y por mucho que lo intentamos es complicado que la gente nos conozca y se sume a nuestras inciativas. Por todo ello, no sólo acepto de muy buen grado el premio, sino que además continúo con la cadena y me dispongo a enumerar mis cinco blogs de cabecera; que quede claro que no son todos los que están ni están todos los que son, ha sido realmente complicado pero había que elegir. Allá va:

I. ON THE ROUTE Sin duda un blog de visita obligada. Pienso que Chals se merece este galardón por su buen gusto musical, por su tesón y por el mimo con el que trata a su blog y a sus visitantes. Si algo envidio de On The Route es su constante actualización, su dinamismo, y sobre todo teniendo en cuenta que Chals es papá, lo cual le concede mucho más mérito. Espero que aceptes este galardón, compañero, y que sigas dando guerra durante muchos años, tanto en las trincheras musicales como en las barricadas contestatarias, denunciando todo aquello que a los demás nos llega manipulado o por los cauces erróneos. Gracias por todo, Chals.

II. KICK OUT THE JAMS Otro "must", como dicen los esnobs. Un blog indispensable para conocer la escena actual de power pop, garage, punk rock, surf y rock'n'roll en general. Una bitácora capitaneada por otro tipo entrañable y humilde, como es el bueno de Óscar, que demuestra un olfato para los discos que para sí querrían los perros truferos. En el apartado de envidias, confesaremos la capacidad que tiene Óscar para resumir en un post todo lo interesante que tiene un disco en un puñado de líneas, algo que a mí me cuesta una eternidad y que me acaba resultando exasperante. Gracias por todas tus recomendaciones, eres un crack.  

III. ESTUDIO DEL SONIDO ESNOB El blog de don Sicalíptico es una debilidad personal por varias razones: por la impresionante cultura musical que atesora su responsable, la cual envidio insanamente y en silencio cual portador de hemorroides; por su ecléctico gusto, con el que me identifico plenamente; y por el amor hacia el vinilo de Sicalíptico, sentimiento que compartimos una inmensa mayoría de blogueros musicales. Envidio con todas mis fuerzas la foto de la cabecera del blog, desconozco si recoge la colección de Sicalíptico pero mataría por tener tamaña selección de discos, semejante mueble y una habitación como la de la imagen para disfrutar de todas y cada una de esas joyas. Gracias por compartir tu talento, compañero.

IV. IN GUZZ WE TRUST Porque no todo en la vida son blogs de música y porque me encanta el sentido del humor de Guzz. Un blog de cine diferente, en el que también asoma la patita la música de vez en cuando, cuyo timón maneja el compañero Guzz con oficio y maestría. Me siento bastante identificado con la cinefilia (e incluso si se me permite "cinefagia", si es que existe tal palabro...) de Guzz, cuyas reseñas me sirven para recordar o descubrir inolvidables películas, pero sobre todo me gusta el humor del que hace gala en sus reseñas, además de las indispensables encuestas. Gracias por navegar contra corriente en los enlaces de Rainy Day Music.

V. ENTRE YUCA Y PALMA Es innegociable, tenía que estar en esta lista porque sí, porque es mi amigo desde que tenía 15 años y porque es un habitual de Rainy Day Music. Un blog diferente, un cajón de sastre en el que cabe de todo: cine, literatura, política, arte, concursos, música... Una bitácora que define perfectamente a su responsable, CLosada, mente inquieta y persona entregada a los demás; un soñador que aún cree que otro mundo es posible. Gracias por dejar que la gente te conozca un poquito mejor a través de tu ventana al mundo, un abrazo enorme.

Y eso es todo amigos. Bueno, todo no, me quedan en el tintero un sinfín de blogs que me gustaría premiar, o al menos recomendar abiertamente, pero las reglas son las reglas y no puedo excederme de cinco elegidos. ¡Qué demonios! como las reglas se escriben para ser burladas, me inventaré unos accésits. Y quiero entregárselos muy especialmente a los siguientes blogs: NOSOTROS SOMOS LOS MUERTOS, por ser implacables ante la injusta persecución a la que la supuesta ley somete a algunos blogs, y por estar al día de todas las novedades relacionadas con el rock'n'roll; ánimo, compañeros. TORRE DE CANCIONES, porque Mrs. Jones es una de las blogueras que mejor escribe y por la originalidad de su propuesta, un blog dedicado a las versiones, y en algunos casos con material inédito; no os lo perdáis. TOTO-VACA, porque Bab es un verdadero hombre del Renacimiento, y su blog un espacio que rebosa arte y en el que tiene cabida de todo; ¡Viva la originalidad!. TURISTA LO SERÁS TÚ, porque mi buen amigo Nacho es uno de los timoneles y porque es el mejor espacio dedicado a los viajes de cuantos encontraréis en la web, os lo aseguro. Y como mejor blog en lengua bárbara, no quiero olvidarme de mencionar a TWILIGHTZONE, una verdadera locura de blog, con varias actualizaciones diarias y con una selección musical ecléctica y maravillosa; larga vida al amigo Ryp para que siga deleitándonos con sus discos durante muchos años. Y ahora sí que me he quedado más tranquilo. Que nadie se me enfade, pero es que no podía dejar de citar a estos blogs, un saludo a todas las bitácoras que suelo frecuentar, por algo estáis en los links de Rainy Day Music, gracias por vuestra generosidad y vuestro trabajo.

Ahora cambiaré unos pañales y prepararé un biberón mientras espero a que los galardonados tengan a bien aceptar su premio, os invito a continuar con la cadena, es una manera estupenda de apoyarnos los unos a los otros. Gracias a todos por formar de Rainy Day Music, y sobre todo Gracias a ti, Mar, por seleccionar esta bitácora habiendo tanto y tan bueno por ahí fuera. Prometo estar pronto con vosotros., con suculentas novedades e interminables entradas. Disfrutemos de este premio, que es un poquito de todos.  Besos y abrazos.


sábado, 28 de enero de 2012

Josh T. Pearson- Last of the Country Gentlemen (2011)


Comencé el 2012 de la misma manera en que lo terminé: sin internet. Tras unas cuantas semanas, que sirvieron para poner a prueba mis nervios, conseguí que me restituyesen la conexión, para ello fueron necesarios más de quince días de mentiras y de mareantes conversaciones telefónicas que me hicieron sentir realmente desprotegido y vulnerable ante las compañías de telecomunicaciones de este país. Tras este dantesco episodio, propio de esta España de charanga y pandereta que nos ha tocado vivir, el FBI cierra Megaupload, y con él se van la práctica totalidad de los enlaces que tenía alojados en este blog. Días más tarde fallece Etta James (de lo de Fraga ni hablamos ¿no?), carismática leyenda de la música negra a quien en su día le abrimos de par en par las puertas de Rainy Day Music. ¿Y ahora también os reís de la profecía maya? Os pregunto, parafraseando a un twittero que recientemente ironizaba sobre la caída de Megaupload. Nuestros rutilantes y recién estrenados mandatarios nos auguran para este año que acaba de comenzar un panorama desolador; es curioso cómo quienes no pronosticaron la crisis en su día son capaces ahora de predecir los movimientos económicos de los próximos dos, e incluso tres, años. Y por cierto, siguen cerrando blogs amigos, el último en caer ha sido Bienvenidos a la Monga, una bitácora musical de lo más ecléctico capitaneada con todo el mimo y el cariño del mundo por unos magníficos compañeros, a los que les envío toda mi fuerza y mis mejores deseos en forma de fuerte abrazo, ánimo. Visto este panorama (y mejor no os hablo de mi mudanza ni de mis accidentes domésticos...) todo parece indicar que nos hallamos ante un año bastante antipático, pero yo no soy adivino, como nuestros queridos políticos, y desconozco las alegrías y las penas que me reserva este 2012 que aún huele a cava y mazapán.  Mi propósito, un año más, es ser feliz, lo cual os deseo de todo corazón a quienes visitáis esta humilde bitácora, una empresa complicada dados los tiempos que corren y el altísimo precio al que cotiza la felicidad; un bien escaso, cuyas mieles no son suficientes para alimentar a gran parte de la población. Nos queda por lo tanto ser felices con los pequeños detalles, con los gestos que muchas veces pasan desapercibidos: sonrisas, abrazos y besos que si bien no nos ayudan a llegar a fin de mes sí que contribuyen a hacer más placentero nuestro breve paseo por este mundo. Y nos queda, como siempre, la música, esa vieja compañera que lleva dibujándonos sonrisas desde tiempos inmemorables, un arma que potencia nuestra imaginación, nuestros sueños, que alimenta nuestra alma; un bien intangible al que jamás podrán poner nota ni Standard and Poor's ni Fitch. De eso precisamente es de lo que hablamos aquí en Rainy Day Music, de música, de sueños, de sentimientos, y lo hacemos por puro placer, por una necesidad que nos empuja a compartir con los demás aquello que nos emociona. No sé si este blog será el próximo en caer, ya os comenté en el anterior post que últimamente ando obsesionado con esa idea, pero lo que está claro es que nadie nos hará sentir como unos delincuentes por dedicar nuestro tiempo, e incluso nuestro propio dinero, a aquello que más amamos. Se avecinan tiempos difíciles, de eso no me cabe la menor duda, y lo mejor que podemos hacer es esperarlos con una sonrisa en los labios y escuchando un buen disco, reivindicando nuestro derecho a ser felices; ése que nos quieren arrebatar con sus políticas basadas en el miedo y en la coacción. Este 2012 quiero abrir fuego con un disco difícil, muy difícil, un trabajo que no deja a nadie indiferente, un ejercicio de exorcismo sentimental, uno de los discos más crudos y melancólicos de cuantos se han grabado jamás, hiel hecha poesía. Amigos "pluviófilos", dad la bienvenida a uno de los trabajos más desasosegantemente bellos de todos los tiempos, un clásico instantáneo no exento de controversia, "Last of the Country Gentlemen" del inclasificable Josh T. Pearson. Os guste o no, no olvidéis sonreir.

A Josh T. Pearson se le conocía en el circuito musical por ser componente de la banda Lift to Experience, una formación de culto, atípica, como todo lo que hace este texano, que se formó en 1996 y que sólo grabó un EP, un single y un doble LP que ha acabado convirtiéndose en objeto de culto, "The Texas-Jerusalem Crossroads". En 2001 la banda se separa y nuestro atormentado trovador comienza a girar en solitario, es el pistoletazo de salida a una carrera de fondo, una década en la que sólo verán la luz una grabación oficial en directo titulada "To Hull and Back", y un tema que figurará en una de las caras de un single compartido con la banda australiana Dirty Three, se trata de una versión del clásico de Hank Williams "I'm so Lonesome I Could Cry"; el único tema que grabaría en un estudio en 10 años. Josh se lo toma con calma a la hora de grabar, pero no para de tocar y de colaborar con otras formaciones, es el caso de Bat for Lashes, en cuyo debut figura en dos temas en el apartado vocal, o My Bloody Valentine, a quienes acompañará durante el tour de refundación de la banda en 2009. Más tarde se desplazará a París, donde tocará en un nightclub junto a otros músicos, finalmente abandonará la Ciudad de la luz para instalarse en Berlín, donde en un doloroso parto dará forma a su puesta de largo discográfica: "Last of the Country Gentlemen", editado por Mute Records en 2011. Grabado durante dos noches, el disco se compone de siete temas (ocho en la rodaja vinílica de este artefacto) , de los cuales cuatro superan los 10 minutos de duración, la estructura no puede ser más simple: voz y guitarra, sin artificios, sin trampa ni cartón.

No sé hasta qué punto se puede hablar de "Last of the Country Gentlemen" como un album conceptual, ya que todo en él gira en torno a la ruptura matrimonial de Josh T. Pearson. Un naufragio emocional que dejaría abatido a nuestro vaquero barbudo, que decidiría exorcizar todos sus demonios de la única manera en que sabe hacerlo, componiendo canciones. Pearson se decidió a grabar el disco tras un largo período de observación, durante el cual fue percatándose del efecto que estas canciones causaban en el público cada vez que las interprtetaba en sus directos, la gente se quedaba conmocionada, lo que le llevó a la conclusión de que existía una identificación por parte de la audiencia con sus historias de desamor y de dolor; quien más, quien menos, ha pasado por algo semejante, y si no es así que se considere afortunado. Si hay un adjetivo que defina a la perfección el debut en solitario de Josh T. Pearson ese es doloroso, el propio músico ha contado en más de una ocasión el penoso estado en que se encontraba tras grabar cada una de las dos sesiones en que se estructuró el album, su sufrimiento fue tal que al regresar a París estuvo seis meses sin apenas salir de la cama. A día de hoy Pearson no es capaz de escuchar su propio disco, al menos no por placer, y la carga emocional que implica interpretar sus canciones en directo le resulta prácticamente insoportable. El precio que ha pagado el cantante texano al modelar una obra como "Last of the Country Gentlemen" es altísimo, no sólo en lo personal sino también en lo comercial, casi podríamos hablar de un disco que se autocondena al ostracismo, un disco lleno de aristas e incómodo por su honestidad, un disco que difícilmente sonará en alguna emisora de radio. La búsqueda de la perfección linda con la obsesión en el caso de Pearson, ya dejó muestras de ello con Lift to Experience, cuyo LP rehizo hasta la saciedad, tomándose cinco años de tiempo hasta decidir que estaba perfectamente pulido. Esa misma obsesión le ha acompañado en su debut como solista, cuyas canciones ha madurado durante años antes de tomar la decisión de encerrarse en un estudio. Para entender la música de Josh T. Pearson es necesario conocer su relación con Dios, una relación muy pronunciada y presente en las letras de sus canciones, aunque no exenta de sus particulares crisis. El padre de Pearson era predicador, una circunstancia que marcó profundamente su infancia, una niñez estricta, alejada del mundo lúdico y relajado de otros menores. Su vida ha estado muy ligada a la fe, pero no entendida como un cristiano militante o fundamentalista sino más bien como un instrumento de salvación, una fe que le ayuda a ser mejor persona y que tira fuerte de sus brazos cuando está a punto de ahogarse en los pozos más profundos. Por ello cada uno de los cortes de "Last of the Country Gentlemen" puede interpretarse como un salmo, cánticos que cabalgan entre la amargura y el dolor pero sin cerrar la puerta a la esperanza, dejando una pequeña rendija para que entre un haz de luz capaz de mantenernos vivos.

"Don't cry for me baby, you'll learn to live without me, don't cry for me baby, i'll learn to live without you", así se abre el disco, con "Thou Art Loosed"; se puede decir más alto, pero no más claro. El nylon de la guitarra de Pearson entona su nana y respira trazando ritmos elípticos e hipnóticos, esa va a ser la tónica habitual de "Last of the Country Gentlemen", la voz desgarrada de barítono con vegetaciones del texano y la sola compañía de su guitarra, la verdad más absoluta de cuantas se pueden cantar. La técnica de Pearson se mueve entre el caos y el virtuosismo, hasta el punto de que uno no sabe si está improvisando cada nota o si por el contrario nos hallamos ante un innovador de la rítmica y de la métrica. Si no se te eriza el vello con "Sweetheart I Ain't Your Christ" es que tienes un verdadero problema, eso o te han cambiado el corazón por una piedra pómez. Droga dura, eso es el segundo corte del LP, casi 12 minutos de poesía escrita e interpretada desde las cañerías del alma, aquellas a las que no llega ningún producto de limpieza. Ver girar el disco y disfrutar de los silencios de esta cancion es un lujo, silencios plenos de contenido, segundos robados al tiempo que se integran perfectamente en la canción. La autoflagelación de Pearson es cíclica, y le lleva a volver al punto de partida, a repetir la letra como un mantra, así hasta quedar satisfecho o tal vez exhausto ante tanto dolor. La desnudez de Pearson es absoluta, tan sincera que a veces resulta intimidatoria, el artista y la persona quedan expuestos con una honestidad brutal; eso es lo que hace tan difícil para el músico interpretar sus canciones en directo, porque se siente tremendamente vulnerable. Si hay un tema que refleje esta circunstancia ese es "Woman when I've Raised Hell", una canción dura, un enfrentamiento cara a cara con las miserias que todos nos empeñamos en esconder bajo la alfombra. Un ejemplo: "Honestly, why can't you just let it be, and let me quietly drink myself to sleep. I said honestly, it's not what it appears to be but only memories that ain't got shit to do without you"; ahora desempolvad el viejo Collins e intentad digerir este puñetazo en el estómago. Un sutil acompañamiento de cuerdas pone el contrapunto delicado y exquisito a este tercer corte del disco. Las cuerdas aparecen de nuevo en el siguiente tema, "Honeymoon's Great, Wish You Were Her", 13 minutazos de épica acústica, 780 segundos de descarnada lírica, una de las canciones más conmovedoras, melancólicas y crudas de todos los tiempos, sí, habéis leído bien, de todos los tiempos. "Hell knows what any of this means, Heaven knows a man can’t control his dreams God knows I ain’t no Christ and Christ knows I’d never dream of harmin’ my wife And yeah the honeymoon’s great, but I wish that she were her"; ahí lo tenéis: el sentimiento de culpa judeocristiano. Una auténtica crisis de pareja y de identidad que perfectamente habría firmado el mismísimo Raymond Carver, pero lamentablemente para el bueno de Josh esto no es ficción, es su vida y está volando en pedazos. Sin duda, estamos ante uno de los momentos álgidos del disco, llanto contenido capeado por un magnífico acompañamiento de cuerdas y por los silencios, otra vez los silencios. "Sorry with a Song" es otro de los platos fuertes confesionales del album, un mea culpa sin adulterar, Josh se sincera sin esconderse, sin caer en tópicos ni en clichés románticos, aceptando sus errores sin autocompasión, sin escatirmar un gramo de crudeza. Guitarra y voz, nada más, y nada menos. Una voz que por momentos se apaga, un aliento que se empapa de lágrimas, una guitarra que es capaz de emocionarnos con su ritmo asincopado y su desordenado lamento. "Country Dumb" es el sexto tema del disco, es posible que a estas alturas algunos ya hayan abandonado, pero estoy seguro de que quienes no hayáis arrojado la toalla estaréis ante una de las experiencias más impactantes (musicalmente hablando, se entiende) de vuestras vidas. Podríamos decir que este sexto corte es uno de los temas más accesibles del LP, una canción que vuelve a apostar por unas cuerdas que la arropan y la miman, confiriéndole la forma de una preciosa nana, de más de 10 minutos de duración, capaz de emocionarnos. "Last of the Country Gentlemen" está incluída en la edición en vinilo del LP, que viene acompañada además de una copia en CD del album, cuenta de nuevo con las cuerdas de Warren Ellis (miembro de Dirty Three, Nick Cave and the Bad Seeds y Grinderman) y muestra a un Pearson susurrante, antesala del mántrico punto y final que supone "Drive Her Out", en la que el atormentado texano suplica una y otra vez, a algo o a alguien, que le ayude a sacarse de la mente a esa mujer que le está arrancando la vida. Es el único tema del disco en el que se pueden oír coros y un piano, el fin de fiesta perfecto a este despliegue de emociones y dolor que es "Last of the Country Gentlemen".

Supongo que habréis llegado a este parrafo final exhaustos, no es para menos, hoy os he servido una buena ración de droga dura, acompañada de un texto denso y extenso; si todavía estáis ahí sólo me queda felicitaros y daros las gracias. Como premio, si es que queréis más, os dejo una amplia selección de enlaces y unos videos. Además de las webs oficiales de Josh T. Pearson (visitad la web oficial del cantante para encontrar las letras de las canciones; indispensable para disfrutar del disco), os recomiendo la reseña y la entrevista que le hicieron en Rock de Lux, junto con el interesante artículo que le dedicó El País, y además, para los que amáis la lengua de Shakespeare, también os he dejado un link a la reseña que se hace del disco en la web de la BBC. Especialmente interesante es el post que le dedicó a este disco mi buen amigo Chals, habitual de estos pagos y bloguero de pro, que se adelantó a su tiempo ponderando las virtudes de este disco nada más salir a la calle; enhorabuena por tu entrada, compañero; y a vosotros, os recomiendo encarecidamente que visitéis la Route de Chals, un blog imprescindible. Cerramos los enlaces con la sesión que el hirsuto texano grabó para Daytrotter, muy recomendable. En cuanto a los videos, encontraréis a Josh interpretando "Woman When I've Raised Hell" en una sesíon para una radio de Dijon , acompañado del pianista Dustin O'Halloran, Pearson raya la perfección cantando "Country Dumb", y por último, un tercer video muestra la sesión que el músico grabó para la Blogothèque, una de las mejores de la serie Concerts à emporter, en la que todo parece detenerse al paso del inquietante y conmnovedor Josh T. Pearson. Espero que os guste.


JOSH T. PEARSON- LAST OF THE COUNTRY GENTLEMEN



WEB OFICIAL DE JOSH T. PEARSON


MYSPACE DE JOSH T. PEARSON

JOSH T. PEARSON EN LA WEB DE MUTE RECORDS



RESEÑA DE LAST OF THE COUNTRY GENTLEMEN EN ROCK DE LUX

RESEÑA DE LAST OF THE COUNTRY GENTLEMEN EN LA WEB DE LA BBC

ARTÍCULO SOBRE JOSH T. PEARSON EN EL PAÍS



ENTREVISTA A JOSH T. PEARSON EN ROCK DE LUX

POST DEDICADO A JOSH T. PEARSON EN ROUTE AMERICANA


JOSH T. PEARSON EN DAYTROTTER SESSIONS


martes, 3 de enero de 2012

Sin conexión


Sí amigos, creo que el título de esta entrada es bastante explícito, me he quedado sin acceso a internet. Más bien debería decir que me han dejado sin acceso a internet, pero entonces tendría que dedicar todo este post a despotricar sobre cierta operadora de telefonía, la cual ha obrado un verdadero milagro de la incompetencia, consiguiendo dejarme como a los buenos trapecistas: sin red. Podría hablar durante horas acerca de un episodio propio del tocomocho y del surrealismo tan propio de nuestro querido país de pícaros; un país que consiente que sus ciudadanos tengan la conexión a internet más precaria y cara de toda Europa. Un guión de serie Z protagonizado por vampiresas telefónicas capaces de engañar a cualquiera con sus malas artes, una película cutre con un giro inesperado en el que he acabado descubriendo que otra persona figura en una base de datos con mi DNI, como si de un agente doble se tratara. Como os decía, podría dedicar esta entrada a relatar mis desventuras, pero acabaría enfadándome, cosa que no deseo. Simplemente escribo estas líneas desde mi retiro laboral para que sepáis que estoy aquí, que no me he ido y que pienso resistir. Me hubiese encantado actualizar el blog, pero entre la inminente mudanza y la falta de conexión me ha sido imposible. Parece que los elementos se alineen en mi contra para impedirme mantener un ritmo estable de publicación. Hace un tiempo anuncié a bombo y platillo unos cambios que apenas se han dejado notar, y el ritmo de actualización de esta bitácora sigue siendo realmente bajo. Está claro que el designio de Rainy Day Music es la anarquía más absoluta, aquella que me lleva a publicar una entrada de ciento a viento y a hablar de lo que me viene en gana; en el fondo no está tan mal. Mi propósito de año nuevo es actualizar más a menudo el blog pero, como quienes prometen adelgazar, dejar de fumar o aprender inglés, no creo que tenga éxito en mi empresa y perderé mis buenas voluntades por el camino. Quiero aprovechar este extraño post para agradeceros vuestra fidelidad, es un lujo contar con visitantes como vosotros, capaces de disculpar mi pereza y mi absoluta falta de criterio, una vez más, gracias. Se avecina un mes complicado con un traslado de domicilio de por medio, supongo que más de uno habéis pasado por ese trance y sabéis lo que significa; sólo de pensar en mis discos embalados en roñosas cajas de cartón me tiemblan las canillas. Supongo que voy a estar fuera de la circulación cibernética una temporada, sobre todo tras el desagradable incidente que os contaba en las primeras líneas de este post. Haré todo lo posible por que la espera no sea muy larga

¿Os acordáis de cómo eran nuestras vidas sin internet? Yo creo que en el fondo eran más bonitas, más inocentes y más plácidas. Ahora todo va tan deprisa y es tanta la información que nos rodea que en ocasiones nos genera un tremendo desasosiego. A veces me siento como Crumb o como Monsieur Hulot, totalmente escéptico ante tanta cacharrería y tanto avance tecnológico, yo también añoro aquellos tiempos no muy lejanos en los que lo único digital eran los relojes y las calculadoras (o una estrambótica combinación de ambos). Si he de seros sincero no he echado mucho de menos a la red de redes, pensaba que mi síndrome de abstinencia iba a ser mayor; aunque tal vez tenga mucho que ver con el ajetreo y el cansancio que está causándonos la mudanza. Además últimamente ando convencido de que me van a chapar el blog, no sé por qué pero creo que voy a ser el próximo, lo cual me genera cierta ansiedad, ya que perdería el contacto con alguno de vosotros y, lo peor de todo, todos los textos de esta bitácora pasarían a mejor vida. Y es que en los últimos meses he visto caer a varios compañeros, lo que hace inevitable sentir el aliento de la (in)justicia en tu nuca. Si algún día desaparezco, me podéis localizar en la dirección de correo electrónico que aparece en la cabecera de este blog; si ésto ocurre habrá sido un placer conoceros. En cualquier caso, Rainy Day Music va a permanecer abierto un nuevo año, luchando contra viento y marea con la proverbial vagancia de su único administrador y su irrefrenable tendencia a enrollarse. Sed bienvenidos a una nueva temporada de lluvia. Mis mejores deseos para este 2012: ¡Feliz fin del mundo!