jueves, 30 de junio de 2011

The Dutchess and The Duke- She's The Dutchess, He's The Duke (2008)


Hoy quiero dedicarle esta entrada a mi buen amigo Iñaki, lector en la sombra de esta bitácora, que de vez en cuando asoma la patita en los siempre necesarios comentarios que acompañan a cada post. Hace unos meses (realmente ha llovido ya mucho desde entonces) estuvimos juntos en la magna Caesaraugusta compartiendo mesa y mantel, latas de cerveza barata (la más barata, de hecho), festejando la amistad y por supuesto, escuchando discos, ese vicio que jamás podremos desterrar de nuestras pecaminosas vidas. Cuando Iñaki y yo nos juntamos nuestras respectivas ejercen, más si cabe, de santas sufridoras y tienen que aguantar conversaciones interminables acerca de música y músicos, nos ponemos al día acerca de nuevos descubrimientos, reseñamos los últimos conciertos a los que hemos asistido y traficamos con todo tipo de "drogaína" musical; llegamos a ser verdaderamente cargantes, algo que también me ocurre con otros tunantes, como por ejemplo Lobok75, ése sí que es peligroso... Pues bien, estando en mi humilde hogar realicé una pinchada a modo de homenaje a mis insignes invitados donostiarras, y me detuve especialmente en un disco que sabía que le gustaría a mi vicioso colega. Evidentemente no me equivoqué, son muchos años juntos como para saber qué le puede gustar a mi amigo y qué no, el bueno de Iñaki se mostró sorprendido ante tamaña delicia discográfica y prometió hacerse con ella en cuanto se pasase por la guarida de uno de nuestros principales camellos, JC, regente de Bloody Mary y verdadero Pablo Escobar de la droga vinílica en Euskadi. Han pasado, como ya señalaba, muchos meses, y como en nuestras últimas conversaciones no me ha confirmado la adquisición de esta preciada mercancía, algo me hace pensar que se le ha olvidado el nombre de la banda, el título del disco, o ambas cosas; efectos secundarios de la cerveza barata (ojo, la más barata, repito). Aprovecho pues esta dedicatoria para refrescar la memoria de mi querido Iñaki, y de paso compartir con todos vosotros un disco que debería figurar entre lo mejorcito de cuanto se ha grabado en lo que llevamos de siglo XXI ¿Que exagero? Lo siento, cuando algo me apasiona soy así, y este disco me enamoró desde la primera vez que la aguja lo arañó, extrayendo toda la magia que la música puede desprender.

The Dutchess and The Duke nacen en Seattle en torno al año 2007, fruto del apareamiento musical y creativo de Jesse Lortz y Kimberly Morrison, duque y duquesa respectivamente. Amigos desde la adolescencia, compartieron formación desde 2002 como miembros de la banda de garage punk y R&B pantanoso The Flying Dutchman, donde Morrison, única integrante femenino del plantel, era apodada The Dutchess. Tras un breve periplo por distintas formaciones, entre las que figuran los grandísimos Fallouts, donde Kimberly tocó el bajo, Lortz y Morrison se reencontrarán en The Sultanas, banda bajo cuyo nombre editarán un single en el sello Boom Boom Party Records (of Renton), creado por el propio Lortz. Poco más tarde surge la idea de crear un proyecto más estable, será cuando The Dutchess and The Duke vea la luz, un nombre que es un guiño a su etapa en The Flying Dutchmen, y bajo el que grabarán dos LP's y tres singles. La puesta de largo del dúo tendrá lugar tras las buenas críticas que cosechó el single "Reservoir Park", grabado en 2007 en el sello de Lortz, y llevará por título "She's the Dutchess, He's the Duke", un maravilloso compendio de canciones que apuestan por un folk y un r'n'r minimalista y lo-fi, pero sin caer en el ruidismo ni en el amateurismo mal entendido, sino apostando por una producción que nos retrotrae al mágico monoaural de los vinilos de los 60. Desde un principio se comparó al dúo de Seattle con los primeros Stones, y es cierto que el tema "Reservoir Park" podría haber sido incluído perfectamente en el repertorio de "Aftermath" o en el de "Between The Buttons", también se dijo que volvían la vista hacia el Dylan más acústico, incluso se relacionó su sonido y sus armonías vocales con Mimi y Richard Fariña; sea como fuere, esta pareja musical, que no sentimental, consiguió crear uno de los mejores discos de 2008, una joya a la que parece no habérsele concedido toda la atención que merecía, pero que seguro que de aquí a unos años aparecerá en esas odiosas listas de "discos de culto".

¿Qué hace de "She's the Dutchess, He's the Duke" un disco tan especial? Sin duda dos aspectos: la sencillez instrumental y los maravillosos juegos vocales. En muchos de los temas de este disco no encontaréis más instrumentación que dos guitarras acústicas, una pandereta y unas palmas; componer con estos elementos tan básicos un temazo como "Reservoir Park" tiene mucho mérito, muchas bandas de adolescentes con cresta multicolor matarían por sonar tan punk. El disco de debut de The Dutchess and The Duke está grabado en un ocho pistas y rehúye de todo aquello que se acerce levemente a la sobreproducción, sin embargo hace gala de un inteligente uso de las voces, lo que nos regala momentos de una intensidad sobrecogedora, como en el caso de la maravillosa "Strangers", una de mis favoritas, la pegadiza "Back To Me", otra joya de poco más de dos minutos, la oscura "I Am Just a Ghost", o la espléndida "Mary", folk de pata negra con actitud punk. Siempre me ha hecho mucha gracia aquellos grupos que graban cuatro temas en un estudio, otros tres en otro y dos en casa, luego se van a 5000 kilómetros a mezclar el disco y más tarde se meriendan otra kilometrada para producirlo (a ser posible en Nueva York, que siempre suena más "cool"), no entiendo por qué no se simplifican las cosas, por qué tanta ambición y tantas molestias, como si no se pudiese hacer un disco de calidad con menos medios. Lo que verdaderamente importan son las canciones, y cuando éstas se interpretan de manera honesta y sin grandes pretensiones es cuando se suele acertar en la diana; una buena producción puede sacar mucho partido de un tema, incluso puede hacerle triunfar, pero una buena producción nunca salvará a una mala canción. Lo que Jesse Lortz y Kimberly Morrison nos ofrecen son precisamente buenas canciones, temas de una engañosa sencillez que conectan con el oyente a la primera, como si entre los músicos y nosotros se estableciese una extraña complicidad ¿quién puede resistirse a ello? En 2009 The Dutchess and The Duke editaban su segundo LP, titulado "Sunset / Sunrise", y como era de prever el dúo decidió dar un paso adelante con respecto a su debut y ampliar la gama de instrumentos, además de trabajar con mayor ambición en la producción del disco. El resultado es muy bueno, aunque personalmente prefiero su primer disco, ya que éste posee una inmediatez y una frescura que no es tan nítida en el segundo. Sorprendentemente, cuando todos esperábamos nuevo material del dúo, The Dutchess and The Duke decidieron poner fin a su andadura en octubre de 2010, por lo que quienes tuvimos la oportunidad de verlos en directo en la visita que hicieron en mayo del año pasado a nuestro país podemos considerarnos unos afortunados. En la actualidad, Jesse Lortz está enfrascado en un nuevo e interesante proyecto llamado Case Studies, en cuanto a Kimberly Morrison, desconozco su paradero musical, si alguien la ve, díganle que la echamos de menos.

Hoy traigo un montón de links, allá van: en primer lugar el myspace de la banda, eso sí, no esperéis actualizaciones, descansen en paz, a continuación os dejo dos reseñas del disco, una en lengua bárbara, en la web de Pitchfork, y otra en lengua culta, en el magnífico blog amigo Kick Out The Jams, auténtica biblia del garage y del r'n'r actual, gracias Óscar. También he querido recoger un artículo que la revista San Francisco Weekly dedicó a la banda en noviembre de 2011, y una completa entrevista publicada en la web Austin Town Hall. Y por último he incluído dos interesantes enlaces, el primero de ellos a la web de Daytrotter, donde podréis disfrutar de la sesión que el dúo de Seattle grabó en exclusiva para esta web, cuatro canciones que podéis escuchar y descargar para vuestro disfrute, y el segundo de los enlaces os conducirá a la web Luxury Wafers, para quienes The Dutchess and The Duke también grabaron una sesión, de hecho podréis ver dos videos y emocionaros con la magnífica interpretación de "Strangers" que nos regalan Jesse Lortz y Kimberly Morrison en verdadero estado de gracia, además también podéis descargaros mp3 grabados en exclusiva para esta sesión y contemplar un montón de fotografías, no os lo perdáis. Y por último, dos vídeos para cerrar la entrada, como de costumbre, el clip oficial de "Mary" y una actuación en directo en una tienda de discos en la que el dúo interpreta la magnífica "Back To Me". Iñaki, toma nota, ahora ya no tienes excusa, y sí, en Bloody Mary lo venden, al menos lo tienen en su web; estoy convencido de que este disco te va a enganchar de por vida, espero que te haya gustado la entrada. Ah, se me olvidaba, y a los demás visitantes de Rainy Day Music, espero que os guste.


THE DUTCHESS AND THE DUKE- SHE'S THE DUTCHESS, HE'S THE DUKE


MYSPACE DE THE DUTCHESS AND THE DUKE


RESEÑA DE "SHE'S THE DUTCHESS, HE'S THE DUKE" EN PITCHFORK

RESEÑA DE "SHE'S THE DUTCHESS, HE'S THE DUKE" EN KICK OUT THE JAMS


ARTÍCULO DEDICADO A THE DUTCHESS AND THE DUKE EN EL SFW



ENTREVISTA A THE DUTCHESS AND THE DUKE EN LA WEB DE ATH

THE DUTCHESS AND THE DUKE EN DAYTROTTER SESSIONS


THE DUTCHESS AND THE DUKE EN LUXURY WAFERS SESSIONS

sábado, 25 de junio de 2011

Jimmy Smith- Prayer Meetin' (1964)


Una vez que se abre el baúl de los recuerdos resulta complicado volver a echar el candado, de entre las nubes de polvo asoman viejos compañeros de viaje que nos transportan a un tiempo que, si bien no fue necesariamente mejor, sí que fue nuestro tiempo, algo que nadie podrá arrebatarnos jamás. Hoy quiero compartir con vosotros un disco fundamental en mi vida, ya que se trata del primer disco de jazz que compré. Afortunadamente sigue resultando emocionante descubrir artistas nuevos, sonidos diferentes, pero es conmovedor rememorar un tiempo en el que nuestros virginales oídos eran capaces de descubrir todo un estilo musical, un universo por explorar. Jamás había escuchado un disco entero de jazz, sólo algún tema suelto al que me había acercado con más miedo que interés, daba la impresión de que había que ser un entendido para saber apreciar un disco de jazz, y a uno le asaltaba el temor de perderse en escalas incomprensibles y en improvisaciones ininteligibles. Pero un buen día lo encontré ahí, en una estantería de CD's de precio medio, ese disco iba a cambiar mi percepción del jazz para siempre e iba a suponer el comienzo de mi romance eterno con una canción: "Stone Cold Dead in The Market". Lo único que sabía de Jimmy Smith era que una de sus composiciones, "The Sermon", figuraba en la banda sonora de "Barfly" (esa película traducida de manera cateta en nuestro país como "El Borracho"), pero no pude resistirme a esa portada, que mostraba a un Jimmy Smith en trance, con un cigarrillo pegado a los labios mientras atacaba inspirado las teclas de ese monstruo llamado Hammond B3, de fondo otro gigante, Stanley Turrentine insuflando alma a su saxo tenor como muy pocos lo han hecho en la historia de la música. Gracias a "Prayer Meetin' " descubrí que hay jazz más allá de las indescifrables improvisaciones de virtuosos pagados de sí mismos, que son el blues y el soul quienes marcan el camino a seguir, y que sellos como Verve o Blue Note atesoran unas joyas grabadas entre los años 60 y 70 que figuran, por derecho propio, entre las mejores grabaciones musicales del siglo XX. El jazz había entrado en mi vida y a partir de entonces se convertiría en un compañero inseparable, que me ha proporcionado algunos de los mejores momentos sonoros de cuantos he podido disfrutar. Gracias Jimmy Smith.

Nacido el 8 de diciembre de 1928, Jimmy Smith fue uno de los principales pioneros, si no el más importante, en el desarrollo musical, y sobre todo jazzístico, del órgano Hammond B3, un mamotreto de complejísima ejecución que hasta los años 50 dormitaba en las iglesias como mera comparsa de los coros de gospel. Siguiendo la estela de otros dos grandes visionarios del órgano como fueron Fats Waller y Count Basie, Jimmy Smith dotó de otra dimensión a este instrumento, convirtiéndolo en protagonista absoluto de unas revolucionarias sesiones que cambiaron para siempre el panorama de la música contemporánea. A partir de entonces el Hammond pasaría a estar presente no sólo en grabaciones de jazz, sino también en discos de música pop e incluso en los más vanguardistas movimientos enraizados con el, por entonces bisoño, rock'n'roll. Jimmy Smith fue en su día un niño prodigio, alentado por sus padres, también músicos, ya ganaba premios al piano con tan sólo 9 años. Pero será en 1955 cuando emerja su figura como gigante del jazz, en esta fecha Smith, que hasta entonces había alternado en diferentes formaciones el órgano con el piano, decide centrarse en el Hammond B3, comenzando de este modo una verdadera revolución musical. La valiente e innovadora propuesta de Jimmy Smith sacude los cimientos de la industria jazzística y el prestigioso sello Blue Note no tardará en reclutarlo para sus filas; comienza así una importantísima relación que dará como resultado alguno de los mejores títulos de la historia del jazz, entre ellos clásicos como "The Sermon" (1958), "Back at The Chicken Shack" (1960), "Midnight Special" (1960), y por supuesto "Prayer Meetin' " (1964).

Grabado en los prestigiosos estudios de Rudy Van Gelder el 8 de febrero de 1963, "Prayer Meetin' " fue el último de los cuatro discos que Smith grabó en el plazo de una semana, justo antes de iniciar su andadura en Verve. El formato elegido para la grabación será el de cuarteto, aunque en dos de los temas, concretamente los cortes 7 y 8 del disco, se añadirá un quinto miembro a la banda, concretamente Sam Jones, que se hará cargo del bajo. El cuarteto en nómina estará integrado por Stanley Turrentine, a cargo del saxo tenor, Quentin Warren, a la guitarra, Donald Bailey, al mando de las baquetas, y Jimmy Smith, quien por entonces ya era conocido con el sobrenombre de "El Increíble", creando magia con su Hammond. "Prayer Meetin' " es un disco deudor del blues, que mantiene cierto halo espiritual que lo emparenta con el gospel, y que además estrecha su mano amistosamente con el incipiente movimiento soul que por aquel entonces estaba sacudiendo los cimientos de la industria musical estadounidense. A lo largo de los 8 temas que componen el LP encontramos a un Jimmy Smith inspiradísimo que pone en práctica su personal manera de tocar el órgano, en la que se sirve de la técnica pianística y en la que hace gala de un virtuosismo sin parangón, emulando los sonidos del bajo con los pedales de su Hammond B3 ¿Estais escuchando el primer corte del disco? Pues bien, nadie toca el bajo, son los pies de Jimmy, alucinante ¿no? Pero además de Jimmy Smith hay otro nombre propio en este disco, el del saxo tenor Stanley Turrentine, que se entiende perfectamente con el organista, con quien colaborará en numerosas grabaciones, alcanzando unas cotas de calidad difícilmente superables; verdadero groove. Es difícil destacar un tema sobre los demás, aunque reconozco que siento especial debilidad por "Stone Cold Dead in The Market", un calypso que se hace grande en los dedos de Jimmy Smith y que se engalana con el saxo de Stanley Turrentine, es el tema más corto del disco y probablemente también el más accesible, aunque ello no le resta ni un ápice de calidad. "Picknickin' " también puede citarse como uno de los momentos álgidos del disco, un tema con un fraseo pegadizo y con unos solos verdaderamente gloriosos, y además es una composición original de Jimmy Smith ¿se puede pedir más? En resumidas cuentas, "Prayer Meetin' " es un disco que ya ha alcanzado el estatus de clásico dentro de la producción jazzística de los años 60, un LP de fácil escucha para los profanos en la materia que se convierte en la puerta de entrada perfecta para descubrir este maravilloso lenguaje musical que es el jazz, al menos a mí me sirvió para descubrir todo un mundo que a día de hoy no me canso de explorar. Eso sí, cuando me preguntan si me gusta el jazz, siempre contesto que sí, siempre y cuando pueda seguir el ritmo con los pies; el free jazz, el hard bop y todos esos ritmos frenéticos de endiabladas improvisaciones no están hechos para mí, me quedo con todo lo que me enseñó el maestro Smith.

Durante su etapa en Verve, Jimmy Smith mantendrá el nivel de calidad que había mostrado en Blue Note, llegando a grabar discos verdaderamente notables, como "Organ Grinder Swing" (1965), o el magnífico disco grabado con el guitarrista Wes Montgomery, "Jimmy & Wes: The Dynamic Duo" (1966). Durante la década de los 70 también se mantuvo muy activo grabando para diferentes sellos, aunque la calidad de sus discos se vio resentida, fruto de los puntuales abandonos de su formato habitual y su acercamiento a la big band, lo que hizo que alguno de sus discos de esta época careciese de la frescura y de la pegada directa de sus primeras grabaciones. Jimmy Smith siguió en activo, ofreciendo conciertos y grabando material nuevo, hasta sus últimos días; falleció el 8 de febrero de 2005, pasando a engrosar la lista de las grandes leyendas del jazz, no sólo como un virtuoso, sino como un verdadero transgresor, un visionario que con el tiempo se convertiría en una figura elemental para entender movimientos posteriores como el funk o el acid jazz.

Si queréis indagar más en la figura de este maestro os dejo unos cuantos enlaces: uno de ellos a una web, imagino que no oficial, consagrada al "Increíble" Jimmy Smith, un segundo que os conducirá a una biografía de este monstruo de las teclas en la página Apolo y Baco, en castellano, una biografía más, en este caso en inglés, en la página All About Jazz, y en cuarto y último lugar, un enlace al perfil dedicado a Jimmy Smith en la web del sello Verve. Si deseáis ver a Jimmy en acción, no tenéis más que darle al play del vídeo que acompaña esta entrada, una actuación en directo en la que interpreta "The Sermon", uno de sus temas más emblemáticos, en una sesión de 1964, es decir, el mismo año en que se comercializó "Prayer Meetin' ". Espero que os guste.


JIMMY SMITH- PRAYER MEETIN'


THE INCREDIBLE JIMMY SMITH

BIOGRAFÍA DE JIMMY SMITH EN APOLO Y BACO (EN LENGUA CULTA)

BIOGRAFÍA DE JIMMY SMITH EN ALL ABOUT JAZZ (EN LENGUA BÁRBARA)


JIMMY SMITH EN LA WEB DE VERVE

martes, 21 de junio de 2011

The Modern Lovers- Rock'n'Roll with The Modern Lovers (1977)



Si fuese un tipo perezoso (algo que sólo reservo para los días pares, los impares prefiero ser abiertamente un vago), podría concluir rápidamente esta entrada del blog exclamando ¡Jonathan Richman es Dios! Pero para vuestra desgracia soy un individuo al que se le pegan los dedos al teclado con mucha facilidad, así que me vais a tener que aguantar unas cuantas líneas. Confieso que toda mi vida he sido un mitómano empedernido, el típico plasta que al final de los conciertos espera la salida de los músicos para pedirles un autógrafo e incluso hacerse una foto con ellos, el recopilador obsesivo compulsivo que guarda las entradas de todos los conciertos a los que ha asistido, un practicante ultraortodoxo de esta religión que es el rock'n'roll, y cuyo panteón se crea al gusto del creyente. Uno de los principales nombres de mi santoral es precisamente Jonathan Richman, a quien hoy le abrimos de par en par las puertas de esta bitácora.

Redactar este post tiene para mí algo de promesa, como esos compromisos que algunos adquieren a través de la fe, una fe a la que agarrarse cuando la razón niega todas las posibilidades. Recuerdo cuando vi por la televisión a Fernando Trueba recoger el Oscar, su ingenioso discurso en un paupérrimo inglés y su dedicatoria a Billy Wilder, yo tenía 17 años y apenas conocía al director de "Con Faldas y a lo Loco", pero no pasaría mucho tiempo en comprender la devoción de Trueba hacia Wilder. Hoy no voy a recoger un Oscar, pero afortunadamente hace ya unos días que he recuperado algo (y alguien) que había perdido durante los últimos tres meses, lo cual ha supuesto para mí y los míos una alegría superior a la que pueda proporcionar cualquier premio material. Durante todo este tiempo de espera e incertidumbre he llevado conmigo, físicamente, este disco, todos los días cada vez que traspasaba el umbral del miedo lo hacía acompañado de "Rock'n'Roll with The Modern Lovers" ¿Por qué lo hacía? Pues porque tengo la convicción de que allá donde vaya este disco nada malo puede ocurrir, lo mismo que pienso que si monto en un avión en el que hay un bebé no hay nada que temer. Los seres humanos somos extremadamente frágiles y a veces nos construímos absurdas corazas como las que hoy estoy compartiendo con vosotros, presagios irracionales y supersticiones que rozan el surrealismo, habrá quien lo denomine enfermedad, en mi caso prefiero llamarlo instinto de supervivencia. La cuestión es que me prometí a mí mismo que si San Jojo respondía a mi plegaria a través de su reliquia discográfica, le concedería el parabién de sacarlo en procesión a través de Rainy Day Music para que todos sus devotos pudiésemos venerarlo; dicho y hecho.

Hoy no voy a hacer una crítica de este disco, ni voy a reseñar los momentos más significativos de la carrera de Jonathan Richman, hoy simplemente quiero compartir con vosotros lo que significa para mí este entrañable bardo y lo que supone abrazar la fe del Richmanismo. "Rock'n'Roll with The Modern Lovers" llegó a mi vida en un momento de cambios y súbitamente se abrió un hueco entre mis discos de cabecera. Jamás había escuchado un disco tan fresco ni tan honesto como éste, fue como una epifanía, una revelación a través del sonido, a ratos melancólico, en ocasiones enérgico y por momentos de un optimismo casi infantil, que destilaban Jonathan y sus amantes modernos. Así fue como me convertí y como deje de lado todas mis creencias y mis miedos atávicos, a partir de entonces empecé a creer firmemente que nada malo podía ocurrirme mientras Jonathan Richman estuviese a mi lado. Con el tiempo fui adquiriendo gran parte de su obra y me introduje de lleno en sus enseñanzas, parábolas de costumbrismo surrealista en las que se hablaba de las desventuras del abominable hombre de las nieves en el supermercado, la comprometida aventura de un ciudadano medio en un bar de lesbianas, y por supuesto las múltiples conversiones de Jonathan, curiosamente siempre en cosas pequeñas: un pequeño aeroplano o un pequeño dinosaurio. Mi fe iba creciendo día a día y finalmente di el gran paso, me convertí en predicador de la iglesia Richmaniana, me propuse ayudar a los perdidos, a los desamparados, y a enseñarles la luz a través de las canciones de Jojo. Como en todas las religiones, era necesaria la figura antagónica del mal, y ésta no tardaría en aparecer en la persona de Pablo Motos ¿Qué hizo este humorista sin gracia para merecer semejante título? Durante su andadura radiofónica en la emisora M80, al frente del programa "No Somos Nadie", Motos y los suyos se dedicaron a pinchar una y otra vez la canción "Vampiresa Mujer", mofándose de Jojo, al que daban un trato de freakie similar al de Cañita Brava; tamaña herejía merecía un castigo ejemplar. Pero sin duda el momento que supuso un antes y un después en mi forma de vivir la fe Richmaniana fue cuando vi en directo a Jonathan, aquel día me sentí ungido por la paz y la bondad de este genio. Tuve además la suerte de poder estrechar su mano y de, como buen mitómano, fotografiarme junto a él. Le pedí una dirección de correo electrónico a la que enviarle las fotos y me contestó que él no tenía e-mail, en su lugar me dio una dirección postal, un domicilio al que hacerle llegar las instantáneas. Al cabo de unos meses, una postal de Edimburgo apareció en mi buzón, estaba escrita ni más ni menos que por el mismísimo Jonathan, que me agradecía el envío de las fotos; así es como se distingue a un artista de un ser humano, aunque no olvidemos que nuestro Jonathan es más bien un ser divino. De esta manera quedan configurados los principales preceptos de la iglesia Richmaniana ¿cómo, que faltan los milagros? Yo ya tengo el mío, ahora os toca a vosotros encontrar vuestro propio milagro. Amén.

Como colofón he seleccionado cuatro enlaces que os ayudarán a ampliar vuestros conocimientos acerca de la obra y milagros de Jonathan Richman, se trata de un Myspace (dudo mucho que sea oficial, me refiero a que lo mantenga y gestione el propio Jojo), una página española dedicada al genio de Massachusetts, y que todavía está en construcción, un interesante y completo blog, no oficial, consagrado a la figura del eterno Peter Pan, y un magnífico artículo aparecido en la web del Círculo de Bellas Artes. Además, para que veneréis la imagen de Jonathan Richman en movimiento, os dejo dos estupendos videos con dos actuaciones en directo: "Buzz Buzz Buzz" y "Now It's Better than Before". Hermanos, dejaos caer en la tentación y seguid el camino que nos muestra Jonathan Richman. Espero que os guste.


ROCK'N'ROLL WITH THE MODERN LOVERS


MYSPACE DE JONATHAN RICHMAN

JONATHAN RICHMAN (PÁGINA EN ESPAÑOL, EN CONSTRUCCIÓN)

JOJOBLOG (BLOG NO OFICIAL)

JONATHAN RICHMAN EN LA WEB DEL CIRCULO DE BELLAS ARTES

sábado, 11 de junio de 2011

Una recomendación: El Brindador


No se cansan de repetirnos que los tiempos están cambiando, hasta yo mismo lo he proclamado a los cuatro vientos desde esta bitácora, lo que uno no sabe muy bien es hacia dónde ni para qué está mutando nuestra dichosa suerte. Lo que parece evidente es que la libertad cada vez se parece más a un eslogan publicitario, una entelequia al servicio de unos gobernantes a los que no les tiembla el pulso a la hora de recortar derechos y de reconducirnos hacia las cavernas más oscuras de nuestra historia reciente. Hago esta reflexión al hilo de la decisión adoptada por algunos gobiernos de este Viejo Continente de revisar el Tratado de Schengen para así controlar la movilidad por Europa, lo que supondría reinstaurar las fronteras, llevándonos de vuelta al panorama sociopolítico que abandonamos hace casi dos décadas. Cerrarnos en nosotros mismos significaría alimentar nuestros más atávicos miedos y perder la posibilidad de enriquecernos mediante el contacto con otras culturas, impedir la libre circulación de personas por la Unión Europea sería uno de los más dramáticos daños colaterales de cuantos pudiera causar esta crisis, un error de esta envergadura se traduciría en el fracaso de la solidaridad entre pueblos y en el ocaso de la Europa plural. A quienes argumentan que a través de esas fronteras abiertas acceden a nuestros países pobreza y delincuencia, les diría que en primer lugar es muy peligroso generalizar, y puestos a ello observemos la cantidad de delitos cometidos por ciudadanos nacionales de cada estado de la Unión y los cometidos por los residentes extranjeros, y en segundo lugar les recordaría que es una obligación moral ayudar a aquellos que carecen de lo necesario para vivir y que debería ser propio de países civilizados y desarrollados ayudarles a emprender una nueva vida en la que no les faltase lo más elemental. Pero no sólo eso, también me gustaría recordar a los señores Sarkozy y Berlusconi que gracias a la apertura de fronteras y al libre tránsito de personas, un país puede verse afortunado con la presencia de artistas que contribuyen a crear una sociedad más madura, más crítica y mejor formada; quizás sea éso lo que tanto miedo les produce. Y digo ésto porque recientemente un interesantísimo músico procedente de otro país de la Unión se ha instalado en nuestra ciudad, se trata de El Brindador, y hoy me gustaría presentároslo dedicándole esta entrada de Rainy Day Music.

Eric Cihigoyenetche (lo siento pero no volveré a escribir este apellido a lo largo de esta entrada) llegó a Zaragoza procedente de Burdeos, y lo hizo persiguiendo al amor, la verdadera patria de los hombres libres. En Francia había militado en varias formaciones, como por ejemplo People on Holiday o Dollars, pero al aterrizar en nuestra urbe decidió emprender una carrera en solitario bajo el original nombre de El Brindador, convirtiéndose así en uno de los secretos mejor guardados de esta ciudad milenaria. El folk intimista de sus composiciones, junto a una pose entre canalla y melancólica, que le acerca a ese golfo entrañable llamado Gainsbourg, se convertirán en sus señas de identidad. Los acontecimientos se sucederán con rapidez y pronto Eric comenzará a tocar en los locales de Zaragoza, al mismo tiempo que perfila la grabación de una maqueta. Pedro Vizcaíno, cerebro del sello Grabaciones en el Mar, no tardará en fijarse en la personal propuesta de Eric y acabará estrechando su mano como muestra de una colaboración que, hasta la fecha, ha dado sus frutos en forma de dos grabaciones: un EP homónimo compuesto por tres temas y un mini LP de siete canciones, este último titulado "Weird Stories ". La música de El Brindador destaca por su desnudez, especialmente en el inspiradísimo EP que abre su carrera discográfica, una guitarra acústica y una mínima percusión suelen ser ingredientes más que suficientes con los que fabricar emotivas y elegantes canciones. El Brindador no es un virtuoso guitarrista, ni probablemente lo pretenda, pero se muestra como un interesante músico que huye de los acordes acomodaticios y repetitivos, un compositor interesado en los cambios de ritmo y en los originales arpegios que tanto abundan en sus canciones. La voz de Eric se mueve entre los registros de los cantautores más dramáticos, aquellos próximos a la figura del crooner más melancólico; ecos de Cat Stevens, Neil Young, Jim Croce e incluso de Scott Walker pueden encontrarse en algunos de sus temas, sin olvidar al eterno Nick Drake. No obstante, Eric no es un artista fácil de encasillar y sus canciones se mueven por terrenos heterogéneos que van desde la chanson hasta la psicodelia, pasando por el folk o los sonidos de raíces más americanas. En su primer EP, El Brindador muestra su lado más desnudo, aquel en el que una guitarra acústica y una voz de fuerte personalidad se bastan para cocinar tres maravillosas canciones; entre ellas "The Moonstone", una de sus mejores composiciones. En "Weird Stories", Eric abre su abanico instrumental a escuetos aunque efectivos arreglos, fundamentalmente de cuerdas, que contribuyen a enriquecer sus canciones, para ello contará con la colaboración de Cristian Barros y de Pablo Jiménez, ambos miembros de la inclasificable banda zaragozana Picore. La voz elegante de El Brindador y su inconfundible vibrato nos atrapan irremediablemente en temas como "Forks & Knives", que coquetea con el fantasma de Nick Drake, o en "The Trick", una canción a la altura del mejor Stuart Murdoch, en la que el dramatismo que emana de la voz de Eric resulta conmovedor, convirtiéndose además en el broche de oro a uno de los discos más interesantes del año, de cuantos se han editado en España. Personalmente prefiero a El Brindador más descarnado, más solitario, tengo la sensación de que algunas de las canciones de su mini LP sonarían mejor sin batería, sobre todo después de haberlas escuchado en directo sin acompañamiento alguno, a pesar de ello no hay que menospreciar la producción de "Weird Stories", un trabajo que ha sabido sacarle un lustre especial a temas como "Song from Another Time", "Jerks Around Midnight" o la ya citada "The Trick". Con respecto a este disco, me quedo con una duda, no sé si "Casual Day" me gusta o no, llevo tiempo escuchándola y aún no he llegado a una conclusión, eso sí, no puedo dejar de escucharla. ¡Salud, Eric!

Si queréis leer más acerca de El Brindador, os dejo unos enlaces, donde encontraréis la web oficial y el Myspace del artista, además de su página en Bandcamp, también podéis leer las reseñas de sus dos trabajos en JNSP y comprar sus discos en la web de Grabaciones en el Mar. Y como guinda a este suculento pastel, he seleccionado un par de vídeos, el videoclip de la maravillosa "The Moonstone" y una magnífica interpretación en directo, sin trampa ni cartón, de la no menos brillante "Forks & Knives" en la zaragozana sala La Lata de Bombillas. Espero que os guste.

PÁGINA WEB OFICIAL DE EL BRINDADOR

MYSPACE DE EL BRINDADOR

BANDCAMP DE EL BRINDADOR


RESEÑA DEL EP "EL BRINDADOR" EN JENESAISPOP

RESEÑA DE "WEIRD STORIES" EN JENESAISPOP

EL BRINDADOR EN GRABACIONES EN EL MAR (COMPRA Y NO SEAS PIRATA)



miércoles, 8 de junio de 2011

Bart Davenport- Game Preserve (2003)


Es sorprendente la manera en que algunos músicos irrumpen en tu vida, cómo se instalan en tu subconsciente de una manera natural, sin promociones ni sobreexposiciones mediáticas, para acabar convirtiéndose en parte de tu existencia. Algo así me ocurrió con Bart Davenport, pero ojo, éste no es un caso aislado, quienes padecemos esta incurable enfermedad que es la adicción a la música pop y al r'n'r, hemos acabado desarrollando una relación tan estrecha con algunos de nuestros ídolos que casi hemos acabado por considerarlos miembros de nuestra propia familia. La primera vez que mi camino se cruza con el de Bart Davenport se debe a una cinta de VHS, entrañable sistema de video doméstico que aquellos que han nacido pasados los 90's apenas recordarán. El Templo del Gato, legendario garito madrileño, editaba un video con algunas de las mejores bandas que habían pisado sus tablas, ahí estaban formaciones como The Pleasure Fuckers, New Bomb Turks, D.O.A., y junto a ellos una banda californiana llamada The Loved Ones. Aquellos chavales le daban al soul y al R&B que daba gusto, y por encima de todo destacaba la voz de su frontman, un flacucho de veintipocos años llamado Bart Davenport, que se desgañitaba y se retorcía en el escenario. Aquel día conocí a Bart Davenport, ya han pasado más de quince años pero nuestra amistad se ha afianzado con el paso del tiempo, convirtiéndose en un fijo de mi tocadiscos, en una apuesta ganadora, en uno de esos amigos que nunca te falla cuando lo necesitas; así son los buenos músicos y así son los buenos discos.

Bart Davenport crece devorando la colección de discos de sus padres, hippies californianos de refinado paladar musical, por lo que no tardará en involucrarse en la escena musical de San Francisco. Primero junto a The Loved Ones, junto a quienes editará dos LP's, más tarde junto a The Kinetics, y por último en solitario, aunque sin renunciar a diversas aventuras, como es el caso de Honeycut o los más recientes Incarnations. "Game Preserve" es el segundo LP en solitario de Davenport y, hasta el momento, su trabajo más brillante. En él está acompañado de músicos de bandas amigas como Call and Response, Cake, Subtle, Dave Gleason's Wasted Days, y sobre todo de The Moore Brothers, responsables de algunos de los mejores momentos vocales del album. La producción, totalmente analógica y sin ningún tipo de exceso, correrá a cargo de Jon Erickson. Si por algo me gusta Bart Davenport es por su versatilidad, porque es un músico capaz de sorprender en cada disco y de no aburrir nunca, buena muestra de ello es "Game Preserve". Este es un trabajo en el que se dan cita todas las influencias del californiano, desde la bossa nova ("Swetest Game") hasta el soul ("Euphoria or Everyone on Earth is so Beautiful, Even You"), pasando por sonidos cercanos al pop independiente ("Summer in her Hair"), sin olvidar el soft rock ("Bar-Code Trees") de calidad que tanto reivindica Davenport en todos y cada uno de sus discos. Todos ellos son los ingredientes con los que nuestro entrañable trovador fabrica un disco de una calidad soberbia, un album que se vuelve enorme con cada escucha, una colección de canciones en la que, es cierto, asoma la sombra de alguno de los grandes, pero qué demonios, mi colega Bart ya es, por derecho propio, uno de los grandes.

Vamos poniendo el punto y final a esta entrada, que casi sin darnos cuenta estamos volviendo a las andadas y esto se está alargando. Si alguien quiere un poco más de información, os dejo unos enlaces, y como traca de fin de fiesta un video ¿alguien da más por menos? Ojalá este post sirva para que muchos de vosotros descubráis a este músico elegante y talentoso, que estoy convencido de que pasará a formar parte de vuestras vidas; otros seguro que os reencontraréis con un fiel amigo y os tomaréis unas cervezas mientras recordáis los viejos tiempos. Espero que os guste.

BART DAVENPORT- GAME PRESERVE




PÁGINA WEB OFICIAL DE BART DAVENPORT

MYSPACE DE BART DAVENPORT

CRÍTICA DE GAME PRESERVE EN EL OJO CRÍTICO

ENTREVISTA A BART DAVENPORT EN BUSCAMUSICA (2008)

ENTREVISTA A BART DAVENPORT EN MONDO SONORO (2009)

miércoles, 1 de junio de 2011

The Low Anthem- Smart Flesh (2011)


Quiero dedicar la entrada de hoy, con la que como sabéis inicio una nueva etapa en el blog, a un fiel seguidor de esta bitácora; va por ti Txals. Y quiero dedicársela a él porque fue quien me descubrió este disco en su recomendabilísimo blog Route Americana, un ejemplo más de la labor divulgadora que se hace a través de estas plataformas que algunos se empeñan en demonizar, como si de delincuentes comunes se tratase. The Low Anthem son una banda oriunda de Providence, una formación que con cuatro discos en el mercado se ha convertido en una de las propuestas más personales e interesantes del rock de raíces y del nuevo panorama folk estadounidense, lo que se ha dado en llamar Americana. La banda se formó en 2006, con Ben Knox Miller y Jeff Prystowsky como cerebros principales, dos tipos de formación clásica, algo evidente en los peculiares arreglos de los que harán gala en sus discos, un año más tarde se unirá al proyecto Jocie Adams. Es entonces cuando The Low Anthem comienza a utilizar todo tipo de instrumentos en sus grabaciones, desde los más curiosos e insignificantes utensilios de percusión hasta viejos órganos que datan de la I Guerra Mundial, un hecho que les diferenciará de sus compañeros de generación, tan apegados a la estructura y al repertorio instrumental básico de una banda de rock. Tras dos trabajos autoeditados que les servirían para darse a conocer, The Low Anthem darán la campanada con un soberbio album titulado "Oh My God, Charlie Darwin", un disco que sería reeditado en 2009 por Nonesuch, lo que abriría las puertas de un mercado más amplio a la formación de Providence. Tras las excelentes críticas obtenidas con su tercer LP, la banda se encerrará durante tres meses a grabar su siguiente trabajo: "Smart Flesh"; para ello contará con el multiinstrumentista Mat Davidson, que se suma a la formación.

"Smart Flesh" se graba en una fábrica abandonada, que antiguamente se dedicaba a elaborar salsas para pasta, allí se recluye la banda en un acto de aislamiento, en un ejercicio catártico. La vieja fábrica se convierte en un elemento más del disco, aportando su peculiar sonoridad y sobre todo contribuyendo con sus silencios, breves instantes de quietud que hacen de "Smart Flesh" un disco conmovedoramente bello. Por lo demás, ecos de gospel, folk, country, y escuetas pinceladas de electricidad dotan al cuarto disco de The Low Anthem de una fuerte personalidad, que encuentra en el silencio su mejor baza, un silencio con el que ya han experimentado los grandes, desde Erik Satie hasta Miles Davis. Para quienes deseen pasar más tiempo pegados a la pantalla del ordenador he seleccionado unos cuantos enlaces; junto al consabido myspace y la web oficial de la banda, encontraréis vídeos (Blogothèque, Hauskonzerte y The Alternate Side) y una sesión de audio (Daytrotter Sessions), además de un especial dedicado a la banda en Nosoloindie y, por supuesto, la fantástica entrada consagrada a The Low Anthem en Route Americana. ¡Ah, y de postre un vídeo! Espero que os guste.


THE LOW ANTHEM- SMART FLESH


WEB OFICIAL DE THE LOW ANTHEM

MYSPACE DE THE LOW ANTHEM

THE LOW ANTHEM EN NOSOLOINDIE

THE LOW ANTHEM EN ROUTE AMERICANA

THE LOW ANTHEM EN LA BLOGOTHEQUE

THE LOW ANTHEM EN HAUSKONZERTE

THE LOW ANTHEM EN THE ALTERNATE SIDE

THE LOW ANTHEM EN DAYTROTTER SESSIONS