

Quienes soportáis mis digresiones, y aguantáis estoicamente las "turradas" mentales que puedo llegar a escribir en este blog, os merecéis un monumento en la plaza principal de vuestras respectivas ciudades. Vosotros, como iba diciendo, ya me vais calando y conocéis mi proverbial animadversión hacia esa época del año que en otros seres humanos despierta los más encendidos elogios: el verano. Pues bien, hoy quieros hablaros de algo estrechamente relacionado con el verano: la playa. Como es de suponer, es difícil que te guste la playa si no te gusta el verano, así que habéis acertado, la playa y yo somos una pareja mal avenida, nos vemos las caras una vez al año y a partir del tercer día nos hartamos el uno del otro; no sabéis cuanto lamento contradecir al maestro Jonathan Richman cuando canta aquello de "The beach be one of the best things we got...". Con el paso de los años mi relación con la playa se ha ido agriando más si cabe, probablemente el hecho de no saber nadar tenga mucho que ver en ese deterioro, ya que dicha carencia saca a flote (que bien traída esta expresión) mis más atávicos temores, haciendo asomar mis escasos complejos. Cuando uno era niño no saber nadar podía ser objeto de befa y mofa, pero en la playa podías pasar inadvertido. Uno, que ya es perro viejo en el arte del fingimiento y la impostura, podía emular a Johnny Weissmüller con tan sólo arrodillarse en una zona segura; el efecto, visto desde la toalla, era bastante convincente y no despertaba sospecha alguna en tus acompañantes. Pero con la llegada de la adolescencia la cosa se complicaba, había que convertirse en un macho alfa y aquello de ser un analfabeto del croll y la mariposa estaba sancionado con escarnio público, si podía ser delante de la chica que te gustaba, miel sobre hojuelas para el verdugo en cuestión. No saber nadar limita tu campo de acción en la playa de manera notable, sobre todo, obviamente, en cuestiones acuáticas, ya que te ves limitado al simple remojón, lo que se resume en una entrada-salida fugaz del mar, si uno no quiere que se perciba su tara náutica; la técnica del remojón se comparte con ancianos y niños de edad inferior a los 5 años.
Nunca he tenido un idilio con la playa, probablemente porque nunca he tenido grandes recuerdos relacionados con la misma, más allá del primer baño de G. en aguas mediterráneas. Mi historial amatorio carece de romances playeros, y eso es fundamental para llevarse bien con un lugar. Cuando aspiraba a una plaza de macho alfa, que finalmente me fue denegada, lo que más llamaba mi atención de la playa era la concentración de chicas venidas de otros lugares, aquellas procedencias despertaban en mi púber imaginación todo un catálogo lúbrico de posibilidades eróticas. Huelga decir que todo acercamiento se veía abortado ipso facto, debido a mi enfermiza timídez adolescente y a mi ausencia de pericia a la hora de desenvolverme en la playa. Siempre me han interesado los guiris, dicho sea con todo el cariño, sobre todo porque mi infancia y adolescencia se desarrolló en una época en la que en este país aún se respiraba cierto aire rancio, heredado de tiempos pasados, y la presencia en suelo patrio de ciudadanos de otros países suponía, en ocasiones, la entrada de nuevas ideas y de una conciencia social más avanzada. Eso es lo que más me atraía de niño cuando iba a la playa, los guiris; ver cómo vestían, qué música escuchaban, cómo se comportaban, contemplarlos, en definitiva, podía convertirse en una fuente de inspiración. Así acabé la década de los 80, con un incipiente ramalazo rapero y una indumentaria que prefiero no recordar. Menos mal que mis padres acabarían cambiando la playa por la montaña.
Hoy protagoniza la recomendación habitual de Rainy Day Music un guiri que visitó nuestra costa para quedarse, el griego Evripidis Sabatis y su proyecto musical Evripidis and his Tragedies. Evripidis nació en Atenas, donde recibió una completa formación como pianista clásico, podemos afirmar que su vida siempre ha estado estrechamente relacionada con la música, y desde que descubrió los discos de Mozart que atesoraban sus padres se despertó en él un anhelo muy vivo por convertirse en músico. Desde adolescente ya desarrolla un carácter hedonista que se convertirá en uno de los puntales de su música, el joven Evripidis pasa el tiempo tocando el piano, inventando piezas propias, todas ellas de corte clásico, y dibujando. Tras realizar parte de sus estudios en su país natal y en Londres, en 2004 decide trasladarse a Barcelona, donde concluirá su formación como diseñador y donde tomará forma su proyecto musical; una aventura que había comenzado en solitario durante sus últimos años en Atenas y en Londres. En Barcelona seguirá cultivando su pasión por la música, el dibujo, la escritura y, sobre todo, la vida y el amor, ese eterno sentimiento al que dedicará gran parte de sus composiciones. Evripidis comienza a tocar en algunos locales de la Ciudad Condal, lo hace solo, con la única compañía de su teclado, y poco a poco se va adentrando en la escena independiente barcelonesa, donde no tardará en hacer amigos. De este modo comienza a tomar forma Evripidis and his Tragedies, una banda sujeta a todo tipo de colaboraciones y mutaciones, una apuesta por el pop exquisito que navega entre el minimalismo y los arreglos barrocos, entre las melodías optimistas y los pasajes oscuros, contrastes en los que el piano y las voces se convertirán en los principales protagonistas. Entre los referentes que se suelen citar para referirse a la música de Evripidis figuran Stephin Merritt, The Beach Boys, Belle and Sebastian, The Shangri-Las, The Shirelles, Scott Walker, Jonathan Richman, Kate Bush e incluso el mismísimo J. S. Bach. Los textos de Evripidis huyen de los tópicos, mostrándose inteligentes y cercanos al humor negro, dejándose arrastrar en ocasiones por un romanticismo casi enfermizo y enarbolando en otros momentos la bandera de una mística oscura, tenebrosa.
Tras grabar un single en colaboración con los artistas plásticos Jeleton, para su proyecto "Las Lilas de Jeleton", verá la luz el primer, y homónimo, trabajo de Evripis and his Tragedies, gracias al sello Touchme en el año 2007. El disco se grabó en tan sólo cinco días, debido a lo ajustado del presupuesto, algo que tiene mucho mérito teniendo en cuenta, no sólo el más que notable resultado, sino sobre todo la complejidad de algunos pasajes y la variedad de instrumentos que se empleó en el proceso de grabación. Evripidis y sus compinches cocinan un disco a la vieja usanza, grabándolo en directo, al aire, sin mezclas, esto supone otro enorme mérito ya que el disco suena fresco e instantáneo, pero sin caer en el ameteurismo mal entendido. "Abroad" es la pieza que abre el LP de debut de Evripidis and his Tragedies, y simplemente resulta imposible no dejarse engatusar por la melodía inicial, que se abre con el piano y un coro femenino que dará paso a la más que solvente voz de Evripidis, formando un conjunto que recuerda a las bandas de chicas que tanto gustan al ateniense, un ejercicio de pop melodramático con un ojo puesto en el doo wop; un comienzo redondo y, para quien escribe estas líneas, una de las mejores canciones del disco. En líneas generales podemos calificar el debut de Evripidis and his Tragedies como un disco ambicioso, teniendo en cuenta la estructura y complejidad de algunos temas, la variedad estilística y la duración de los mismos, ya que no hay una sola canción por debajo de los 3 minutos. Los teclados se convierten en los protagonistas absolutos de las canciones de Evripidis, escoltados en todo momento por una cohorte de vocalistas femeninas que arropan las composiciones del músico ateniense, rememorando en varios momentos del disco al preciosismo vocal de The Beach Boys o a los Girl Groups de sello spectoriano. Como ya indicábamos unas líneas más arriba, el disco está lleno de contrastes, de claroscuros que nos conducen del optimismo rutilante a la tenebrosa introspección, podríamos afirmar que lo que predomina es el melodrama, capaz de robarnos una sonrisa para situarnos al borde del llanto trémulo a los dos minutos. Entre los momentos más brillantes del disco podríamos mencionar el ya citado inicio con "Abroad", que se ve perfectamente refrendado con "It's June Again", un tema con un comienzo exuberante, un coro de voces sobresaliente y ramalazos de pop ochentero, y con "Straydog", un tema conmovedor, que hace gala de un fraseo al piano que recuerda algunas Gymnopédies del maestro Erik Satie. "Ru Ru I'd Love To..." es el tema más desenfadado del disco, y también ha de situarse entre lo mejor del repertorio por su carácter adictivo, pop fresco con herencias del musical, presente en detalles como la conversación que el cantante entabla con sus coristas; "I Want to be There" suena melancólica, trayendo a nuestra memoria al Neil Hannon más intimista, es un tema que camina entre el minimalismo del piano y los sutiles arreglos, que destacan por las excelentes voces. Y de entre las favoritas también citaré "Red is the Sky Above the Harbour", el tema más ambicioso del disco, con una duración que sobrepasa los 6 minutos, una canción que se aproxima al cabaret, con un piano trotón y un Evripidis expresivo y dramático en su interpretación, al estilo del primer Rufus Wainwright, un tema que recuerda a los Decemberists más ácidos. El resto del disco mantiene un buen nivel, ofreciendo muestras de la versatilidad compositiva de Evripidis Sabatis, que le lleva de la épica pop, que se respira en cortes como "Transylvania", al surrealismo ambiguo y oscuro de "Some Night are Sleepless", con pasajes próximos al humor negro, como es el caso de "...'Cause I Shall Rise Again!", y flirteos con el pop preciosista y delicado, como en "The Long-Lasting Lovers", un disco que explora registros más contemporáneos y comerciales, ejemplo de ello es "Antarctica", pero sin abandonar el hedonismo marca de la casa, que tanta personalidad aporta a su música. El LP se cierra con "Gregory (We're Coming Out in the Light)", cuyo fraseo de piano recuerda a "Abroad", aunque con otro tempo y con una estructura instrumental más tupida, es como si entre la primera y la última canción del álbum se estableciese una relación a modo de obertura y cierre, funcionando como una de esas obras clásicas que tanto gustaban al pequeño Evripidis. Como sorpresa, tras una breve pausa en la pista número doce, comienza otro tema, en esta ocasión interpretado en griego por Evripidis Sabatis con la única compañía de su teclado.
El disco tendrá una buena acogida por parte de la crítica, y Evripidis comenzará a dar conciertos con su nuevo material, lo que le llevará a diferentes ciudades. El formato de la banda es más que variable: en ocasiones se juntan hasta once personas sobre el escenario, en otras en cambio la formación consiste en el propio Evripidis al frente de su piano. Los cambios, entradas y salidas, en la formación se convierten en una tónica habitual, formando parte del proyecto miembros de conocidas bandas de la escena como Le Pianc o Extraperlo, entre otros; a pesar de ello la apuesta de Evripidis Sabatis no pierde fuelle y sigue dando muestras de una enorme creatividad. A finales de 2007 graban un tema de Magnetic Fields para un disco de homenaje a la banda, y poco más tarde se embarcan en un proyecto audiovisual, grabando nueve temas para el corto de David Bestué "Historia de la Espuma", más recientemente, también pondrían música a otro corto, en este caso de Jordi Cusso, titulado "Hombre caminando". De entre sus últimas grabaciones habría que destacar el tema "All Those Summer Parties", que Evripidis y los suyos grabaron en exclusiva para la web del Barcelonés Magazine, la banda también ha participado este 2011 en el disco "Els Transports", dentro del ciclo Minimúsica (si tenéis niños en casa, echadle un ojo, os va a encantar, y si no los tenéis, también), que pretende acercar las bandas de rock y pop al público infantil, para que dejen de maltratar a sus padres con los Cantajuegos y torturas similares, para el citado disco aportaron dos temas: "Dreamboat" y "Motorbike". Y, obviamente, tenemos que destacar su incursión en el estudio para dar forma a su segundo trabajo, que verá la luz en septiembre de este mismo año y llevará por título "A Healthy Dose of Pain". También hay que destacar la labor de Evripidis Sabatis como diseñador y artista gráfico, un trabajo que ha desarrollado de manera especial en los tres últimos años, y que le ha llevado a colaborar con un buen número de publicaciones, así como en el diseño gráfico de algunos discos, además de participar en exposiciones, tanto colectivas como individuales. En cuanto a su faceta como escritor, tampoco podemos pasarla por alto, ya que recientemente se ha publicado su primer libro, titulado "El Calamor y otros mitos de la intimidad", un trabajo que recoge textos en castellano, letras de sus canciones en inglés e ilustraciones del propio artista, una obra consagrada al amor y a los amantes. Por si esto fuera poco, el polifacético ateniense también se encierra en la cabina y ofrece, con cierta frecuencia, sesiones como D.J. , animando el cotarro en diferentes locales de la noche barcelonesa y madrileña. Evripidis Sabatis, un peculiar personaje con toneladas de talento que no deberíais dejar escapar.
Como broche a esta extensa entrada (parece que volvemos a las andadas...) os dejo una buena dosis de enlaces y videos. En primer lugar los enlaces, por así decirlo, oficiales: la web, el myspace, el blog, el soundcloud y el bandcamp de Evripidis (en estos dos últimos podréis disfrutar de la preview de "A Healthy Dose of Pain", que suena a gloria bendita; serio candidato a disco nacional del año), seguidos de un completo perfil trazado por el propio ateniense en la web de Smoking Rolls, una estupenda entrevista aparecida en la web de Música Heineken y una reseña del primer disco de Evripidis and his Tragedies realizada en Muzikalia. Además un último enlace os llevará a disfrutar de la sesión que la banda grabó para Videotapas, con dos temas inéditos hasta la fecha, no os la perdáis. Y hablando de videos, y para alargar todavía más la entrada, he seleccionado tres: los clips de "Abroad", "Straydog" y "Ru Ru I'd Love To...". No tengáis miedo y daos un chapuzón en las reconfortantes aguas de Evripidis and his tragedies, no os preocupéis si no sabéis nadar. Espero que os guste.
WEB OFICIAL DE EVRIPIDIS AND HIS TRAGEDIES
MYSPACE DE EVRIPIDIS AND HIS TRAGEDIES
BLOG DE EVRIPIDIS AND HIS TRAGEDIES
SOUNDCLOUD DE EVRIPIDIS AND HIS TRAGEDIES
BANDCAMP DE EVRIPIDIS AND HIS TRAGEDIES
EVRIPIDIS EN SMOKING ROLLS
ENTREVISTA A EVRIPIDIS EN MUSICA HEINEKEN
RESEÑA DE EVRIPIDIS AND HIS TRAGEDIES EN MUZIKALIA

EVRIPIDIS AND HIS TRAGEDIES EN VIDEOTAPAS