miércoles, 20 de julio de 2011

Montreal- A Summer's Night (1970)


Llegamos pronto para hacernos con un buen sitio, era importante figurar en las primeras filas si uno no quería perderse detalle de lo que iba a ocurrir. Al instante, aquella explanada, que todavía no había sufrido los estragos del ladrillo, ya estaba abarrotada. Mi abuelo aprovechaba la ausencia de mi abuela, quien no quería verse envuelta en semejantes follones, para fumar, mientras yo observaba absorto todo lo que sucedía a mi alrededor; tenía 15 años y todavía no me incomodaban las muchedumbres. No paraba de llegar gente, algunos ataviados de manera estrambótica, combinando colores que sólo el libertinaje estético de los ochenta era capaz de tolerar. La megafonía atronaba aquel tramo de carretera, haciéndose dueña y señora del cotarro, anunciando regalos y promociones, calentando el ambiente. Los responsables de la organización se esmeraban en que todo estuviese controlado, poniendo especial mimo en la seguridad, las motos de la policía hacían su aparición, desatando los primeros nervios entre los presentes. Tras un par de horas de espera comenzaron a escucharse los primeros gritos, producía un cierto respeto el contagio de esa masa sonora que se aproximaba, in crescendo, hasta resultar ensordecedora. Sin apenas darnos cuenta nos vimos imnersos en aquella locura, una catársis de gritos, exclamaciones, algunas de ellas malsonantes, palabras de ánimo y aplausos, que se entremezclaban con una marea de claxones y sirenas, capaces de seducir al mismísimo Odiseo. Nos hallábamos en pleno trance cuando desfilaron ante nuestros ojos todo tipo de colores, si pestañeabas te perdías el espectáculo. Y entre aquellos vertiginosos fotogramas multicolor, el ruido, jamás olvidaré ese ruído, sonaba como un tremendo escape de gas, un ensordecedor susurro metálico. Recuerdo ver el color amarillo, y el verde; el verde era uno de mis favoritos, aunque todos nos habíamos dado cita allí con la esperanza de verle a él, de verle ganar obviamente. Pero todo fue tan rápido, fue algo tan fugaz que en cierta manera me decepcionó, jamás pensé que aquel pelotón de ciclistas pudiese ser tan veloz, sólo pudimos ver con detalle a los rezagados, aquellos que, arrojada la toalla, ya no se preocupaban por los segundos perdidos. Con todos aquellos sentimientos encontrados regresamos a casa, donde nos esperaba el escarnio público de mi abuela, que nos abroncó por no haber conseguido ninguno de esos regalos que todo el mundo lucía orgulloso por las calles - ¡Lilas, que sois unos lilas, ni una gorra habéis cogido!- nos dijo con una franqueza demoledora. La escena se produjo en Jaca el 18 de julio del año 1991, durante la llegada del Tour de Francia, hace justo 20 años. A la mañana siguiente repetimos el ritual, decepcionados, por no haber visto a Perico Delgado cruzar la línea de meta en primer lugar, nos reunimos de nuevo para ver el ceremonial de las firmas y la salida neutralizada. No eramos conscientes de que estábamos asistiendo a un hecho histórico, ni mucho menos de que el protagonista del mismo iba a ser otro, aquel 19 de julio nació en Jaca Miguel Indurain, Miguelón, un tipo que nos hizo engancharnos al ciclismo y que abolió la siesta en España durante 5 veranos consecutivos. Es curioso como podemos encontrarnos en el lugar exacto y en el momento exacto sin ser conscientes de ello, es asombroso todo aquello que nos tiene deparado el azar, incluso a un lila como yo.

Hoy se asoma a esta lluviosa bitácora una banda que sin darse cuenta hizo un disco muy grande, un LP que pasó sin pena ni gloria por la historia de la música del siglo XX, hasta que en 2008 el sello Fallout reeditó una gema que se había convertido en pasto de coleccionistas; hablamos de Montreal y de su disco "A Summer's Night". Esta banda canadiense mezcla de manera soberbia el folk con la psicodelia y el jazz, poniendo especial cuidado en las voces, y haciendo gala de una sobria instrumentación, que huye de propuestas barrocas y grandilocuentes pero que arropa perfectamente a las voces principales a base de flauta, piano y sitar. Encontrar información acerca de Montreal en internet sin que Google te transporte a páginas de viajes es casi imposible, es por eso que me he dejado llevar en la introducción de esta entrada, ya os adelanto que hoy Rainy Day Music no va a parecer la Wikipedia. A pesar de ello podemos situarnos en el contexto histórico en el que aparece este disco, que fue grabado en Nueva York en el año 1970, unos meses antes de la célebre crisis que agitó los cimientos sociopolíticos canadienses, la Crisis de Octubre. Esta tensa y delicada situación fue fruto del agitado escenario ideológico y político del Canadá de los años sesenta y setenta, que con la irrupción en escena del denominado FLQ (Front de Libération du Québec) vivió sus momentos más complicados durante el citado mes del año 1970. Esta organización terrorista se atribuyó dos secuestros con los que intentó chantajear al gobierno canadiense, que acabaría declarando la ley marcial ante la gravedad de los hechos. Finalmente la crisis se zanjó con uno de los secuestrados asesinado y con el arresto de las dos células terroristas autoras del secuestro. Aquel controvertido escenario tendría sus consecuencias en todos los campos de la sociedad, y fundamentalmente supondría el final del terrorismo en Canadá y la apuesta definitiva por una vía democrática y pacífica hacia la independencia de Québec, algo que se vería también reflejado en la música. En los años posteriores a la crisis de octubre proliferarán las bandas y los cantautores de mensaje nacionalista, músicos que se expresan en francés y que apuestan por el folk y el rock progresivo como lenguaje musical. En medio de este panorama aparece Montreal, una banda de una delicadeza exquisita y con una apuesta musical diferente que poco tiene que ver con la de aquellos que triunfan propagando la doctrina nacionalista. Tal vez esa sea la clave para entender por qué el éxito de "A Summer's Night" fue tan escaso, tendrían que pasar unas cuantas décadas para que supiésemos apreciar en su justa medida el valor de este disco.

"A Summer's Night" contará con Fran Losier como vocalista principal, que con su deliciosa voz llenará de magia el disco, Jean Cousineau se encargará de la guitarra, mientras que al piano y al bajo estará Gilles Losier, este será el núcleo de Montreal, que además contará con la colaboración de cuatro músicos estadounidenses de relumbrón: Skeeter Camera, a la percusión , el flautista de jazz Jeremy Steig, el multinistrumentista Buzz Linhart, que se encargará del teclado eléctrico y del vibráfono, y el mismísimo Richie Havens, que además de coproducir el disco colaborará tocando el sitar en alguno de los temas. Definitivamente este LP debía haber sido todo un éxito en su momento, pero resultó demasiado atrevido para las emisoras más comerciales, que no se atrevían a pinchar un tema de casi 8 minutos como "Infinity", y al mismo tiempo resultó poco comprometido para quienes se habían involucrado en una nueva causa; no olvidemos que "A Summer's Night" está íntegramente cantado en inglés, con la excepción del tema que da título al disco, que introduce un par de estrofas en francés con un impostado y exagerado acento inglés. Personalmente destacaría dos canciones de entre todas las que componen el único LP de Montreal, y esas son, curiosamente, las dos primeras. "What About The Wind?" es un temazo de principio a fin, la voz de Fran, las acústicas creando un hipnótico bucle, y los bucólicos y lisérgicos susurros de la flauta, hacen de ella un tema inolvidable que te engancha desde el primer segundo. "A Summer's Night" no es tan brillante como "What About the Wind?", pero tiene algo adictivo, tal vez se deba al sentido del humor que destila su letra, con ese francés macarrónico que acabaría siendo la tumba comercial de esta banda, o al evocador "tumbao" que proporciona la percusión y el bajo en este tema, es posible que se deba al jazzístico pasaje central de la canción, un minuto de oro que muestra la calidad de los músicos que grabaron este LP, o quizás a la voz de los dos hermanos Losier que empasta a la perfección en los primeros compases de la canción. Sea como fuere, "A Summer's Night" resulta tan evocadora como lo pretende su título y se alza con uno de los primeros puestos en esta notable colección de canciones. El resto del disco no desmerece, aunque cuenta con algunos altibajos y el nivel de los primeros temas será difícil de igualar. Mención aparte merece el delicado teclado de "Circles and Lines", canción en la que Fran se destapa, una vez más, como una magnífica vocalista, sobria y seductora al estilo de las cantantes francesas, con un cierto aire masculino, o la sección rítmica de "Sometimes in Stillness", que raya al mejor nivel de la banda. En las aproximaciones más ortodoxas al jazz clásico, como es el caso de "Third Floor Walkup", Montreal baja un poquito el listón, y suena como una banda de club dedicada a interpretar standards. Hablando de standards, la banda hace una personal revisión de "Summertime", que suena fresca y original gracias a las voces dobladas de Fran y a la sobresaliente interpretación del flautista Jeremy Steig. "Every Passing Moment" y "Round and Round" se comportan como dos canciones correctas, que resultan agradables sin aportar grandes novedades, y en las que la voz de Fran recuerda, más que nunca, a la Nico de "Chelsea Girl". Y por último, "Infinity", la apuesta más arriesgada del disco, casi 8 minutos de acid folk que cuentan con el sitar de Richie Havens y en los que Montreal se muestra como una banda atrevida, que se mueve con comodidad en diferentes registros, dando forma a otro de los grandes momentos de "A Summer's Night".

Montreal tuvo una vida efímera, de hecho no grabaría ningún disco oficial después de este "A Summer's Night", pero su legado se antoja importante con el paso de los años, ya que su único LP ha ganado peso específico dentro del nutrido pelotón de bandas folkies y psicodélicas de finales de los sesenta y principios de los setenta, todo ello debido a la indudable calidad de sus composiciones. Unos temas que encuentran el contrapunto perfecto entre el vanguardista lenguaje de la psicodelia y las maneras tradicionales del folk, haciendo que las canciones resulten asequibles sin resultar vulgares. La historia de esta banda canadiense y de su LP es un ejemplo más de trabajos que no han sabido valorarse en su debido momento, discos que han necesitado un tiempo de reposo para poder ser debidamente degustados por los paladares más exquisitos, los de aquellos abnegados coleccionistas que pusieron especial ahínco en que este ignorado y atípico disco de folk se convirtiera en un referente dentro de su género, hasta el punto de que se le dedicase la reedición que tanto se merecía y que contribuiría a darle una segunda oportunidad a un álbum que en su día mereció mejor suerte, sin duda alguna. Yo también merecía mejor suerte a la hora de buscar enlaces en la red, pero creedme que no he encontrado una sola referencia de enjundia al disco de Montreal, es por eso que el apartado de enlaces de esta entrada figura raquítico, si alguien conoce alguna reseña de calidad o quiere aportar algo a lo aquí señalado no tiene más que utilizar los comentarios para ello, cualquier colaboración será bien recibida. Para los yonquis de la información, como yo, os dejo un fantástico artículo aparecido en El País, con motivo del vigésimo aniversasio del primer maillot amarillo de Miguel Indurain. En cuanto a los videos, más de lo mismo, no he encontrado uno sólo, alguna pista de audio en Youtube con la imagen fija de la portada del LP y punto, así que me he decantado por dejar dos pistas de audio y hacer uso de Goear, que hacía mucho tiempo que no echaba mano de esta herramienta; las elegidas han sido mis dos favoritas: "What About The Wind?" y "A Summer's Night". Ojalá vosotros estéis siempre en el lugar indicado y en el momento indicado, el azar es caprichoso y nos tiene reservadas todo tipo de sorpresas, pero no olvidéis que un día se puede ver fracasar a Perico Delgado y al día siguiente, y sin ser consciente de ello, presenciar el nacimiento de un mito, como fue Miguel Indurain; la vida es así de voluble y por ello nunca se debe perder la esperanza. Espero que os guste.

MONTREAL- A SUMMER'S NIGHT


INDURAIN, 20 AÑOS A SU PESAR

7 comentarios:

Pep Sonic dijo...

Yo también conocí este disco con la edición de Fallout. Un disco maravilloso, que camina entre impecables melodías pop y folk ácido o psicodélico, dependiendo como te guste llamarlo, aunque yo lo veo más psicodélico que ácido, amén de incursiones en el jazz, y que debido a mis gustos musicales son las que menos disfruto, lease “Third Floor Walkup”.

He vuelto a escuchar el disco para hacer el comentario y esta vez no puedo quitar ni poner una sola coma al tuyo; desde luego que el grupo mereció mejor suerte, y aunque el disco se publicó en un sello independiente, con la producción de Havens y la distribución de MGM (que no creo pusieran mucha afición en ello), debería haber obtenido mejores resultados.

Por aportar algo personal, decir que para mí, el viaje psicodélico de 8 minutos llamado “Infinity”, es la mejor canción del disco, la perfecta guinda a un pastel que se me antoja repostería de auténtico gourmet.

En fin amigo, nuevamente un comentario sobresaliente, que ha diseccionado el disco tan brillantemente, que al finalizar de leerlo creo que hasta se me había olvidado que has enlazado tu experiencia con la serpiente multicolor, con una crítica de “A Summer’s Night” de Montreal :-)

Abrazote,

Juan Montero dijo...

Maravilloso, y apenas llevo un minuto. Voy a seguir leyendo la entrada, pero ya sé que es de esos discos que voy a buscar en eBay.

estudiodelsonidoesnob dijo...

Una entrada verdaderamente magnífica.

binguero dijo...

Muchísimas GRACIAS a todos por vuestros comentarios, como bien sabéis, sois la gasolina para que este viejo cacharro funcione.

Pep Sonic, ya sabía que Montreal te iba a gustar. Excelente tu comentario, al que yo tampoco puedo añadir ni quitar una sola coma. Estoy de acuerdo contigo en todo, incluso en que cuando menos gusta Montreal es en los momentos en que se ponen más jazzísticos, cuando intentan sonar más ortodoxos y abandonar la maravillosa mezcla de psicodelia y folk que tan bien dominan. En cuanto a "Infinity", también me parece de lo mejorcito del álbum, aunque yo me quedo con los dos primeros temas del disco, que me parecen insuperables. Gracias por tu colaboración y por tus amables palabras, compañero. Un fuerte abrazo.

Juan Montero, me alegro de que te haya gustado el disco, la verdad es que es uno de esos LP's por los que merece la pena rascarse el bolsillo; creo que se pueden encontrar originales a precios razonables, dentro de lo que es el mercado de coleccionismo de vinilos de esta época, así que suerte con la pesca. Por cierto, enhorabuena por el single compartido co Wild Honey, una de las bandas favoritas de este blog, y que ya aparecieron en el apartado de recomendaciones hace un año, más o menos. Suerte a Ana Lógica, que también tenéis un repertorio muy interesante, con unos vientos maravillosos; quién sabe, quizás algún día también aparezcáis en las recomendaciones de esta humilde bitácora. Muchas gracias por tu comentario, Juan, y muuuuucha suerte. Un abrazo.

Estudiodelsonidoesnob, un millón de gracias por los elogios. Al resto de visitantes de Rainy Day Music, os contaré que en este blog amigo (http://estudiodelsonidoesnob.blogspot.com/) apareció una entrada dedicada a Montreal, justo al día siguiente de protagonizar la actualización de Rainy Day Music. Sin duda, es una curiosa coincidencia, además aprovecho para recomendaros, no sólo este blog, sino también la lectura de la mencionada entrada, no tiene desperdicio; ahora ya no puedo decir aquello de que es imposible encontrar entradas de calidad en castellano dedicadas a Montreal. Gracias, Don Sicalíptico, espero verle más a menudo por este lluvioso blog. Un abrazo y enhorabuena, de nuevo, por tu trabajo.

Gracias a todos, de nuevo, es un placer encontrarse con comentarios como los vuestros cada vez que abro una entrada de este blog. Seguid comentando y participando en Rainy Day Music, y difundid las excelencias de este blog, como si de una secta se tratase. ¡Muerte al verano!

Entidad Nocturna dijo...

Si pudieras resubir este disco, sere su eterno agradecido, un abrazo desde Valparaiso, Chile.

binguero dijo...

Entidad Nocturna, si estás muy interesado en el disco, envíame un correo a binguerismo@gmail.com y te haré llegar un enlace a tu e-mail personal. En lo que respecta a volver a subir discos al blog, fui tajante en el post de despedida, no pienso reponer enlaces, lo siento. Gracias por tu comentario y por tu ineterés. Un saludo.

neesa dijo...

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