sábado, 31 de marzo de 2012

Vashti Bunyan- Just Another Diamond Day (1970. Reed. 2000)


Como bien reza una máxima de la criminología, o al menos así se asevera en el cine negro, el asesino siempre regresa al escenario del crimen. Yo, no podía ser menos, y como torpe delincuente que soy vuelvo a asomarme a esta ventana desde la que me despacho a gusto y a través de la cual busco captar adeptos para un absurdo plan de dominación mundial; tened por seguro que estamos abocados al más estrepitoso de los fracasos. Una vez más he vuelto a faltar a mis promesas de asiduidad, siempre he sido un tipo poco promiscuo. También he vuelto a hacer caso omiso a ese personajillo que se asoma a mi oído insistiendo en que es una estupidez escribir tanto texto, que nadie va a leer estas entradas y que estoy perdiendo el tiempo. Hace meses que escribo este blog para mí mismo, una suerte de onanismo sin sentido. Aunque todo esto suene contestatario, nunca me he tenido por alguien combativo, más bien al contrario, me considero una persona tranquila y conforme, ojo, que no es lo mismo que conformista. Pero desde hace ya unos cuantos años me asalta constantemente la idea de romper con todo, de empezar de cero una existencia alejada de todo el mal que nos rodea, que cada día es mayor y más nocivo. El viejo sueño hippie de vivir en la naturaleza, al margen de una sociedad con la que resulta casi imposible identificarse, alejado de unos gobiernos y de unos gobernantes que hace tiempo que dejaron de estar al servicio del pueblo, ajeno a un sistema podrido en todos y cada uno de sus estratos, desde los materiales hasta los humanos. A veces veo por la tele a tipos con pinta de iluminados que han decidido dar carpetazo a su vida anterior y que ahora disfrutan de lo que parece una plácida existencia, en comunión con el campo y con su yo interior. No puedo evitar sentir una mezcla de envidia y rechazo; me repele y me atrae al mismo tiempo, como decía un amigo mío. Tal vez el rechazo sea fruto de la propia envidia, quién sabe. La cuestión es que, inmersos como estamos en lo que se empeñan en llamar crisis y que no es sino la excusa perfecta para despojarnos de la poca dignidad que nos queda como ciudadanos, la bucólica y utópica Arcadia campestre se ha vuelto a instalar en mis meninges. Muchas veces me veo a mí mismo cultivando huertos imaginarios, cuyo mínimo mantenimiento y explotación desconozco; dando de comer a animales domésticos, cuyos cuidados y costumbres desconozco; o construyendo mi propia vivienda, aquí suele ser cuando me despierto sobresaltado, pues es de sobras conocida mi proverbial "bricofobia". Sea como fuere, me resulta reconfortante pensar en que siempre queda una salida, aunque suponga huir hacia adelante, aunque la consecuencia más inmediata sea el aislamiento. Pero uno vive en una contradicción absoluta y la vida, eso que ocurre mientras estamos ocupados en hacer planes (grande, Lennon), te coloca en una tesitura compleja, que muchas veces te obliga a renunciar a determinados sueños. A quién quiero engañar, en el fondo soy un urbanita que no soportaría más de un cuarto de hora sin internet y alejado de su equipo de música, un aspirante a bon vivant que no aguantaría el olor del estiércol, un individuo carente de cualquier tipo de destreza. Afortunadamente para los seres de mi calaña, hay personas que se dedican a materializar nuestras quimeras, siendo sus experiencias las que vivimos como nuestras a través de la literatura, el arte y, por supuesto, la música. Hoy quiero presentaros a una de esas personas, alguien que persiguió su sueño hastiada de la frivolidad y la injusticia que le rodeaba, queridos amigos, con todos vosotros Vashti Bunyan.

Vashti Bunyan nace en Londres en 1945. Desde pequeña estuvo interesada por el mundo del arte, lo que le llevaría, ya más adulta, a matricularse en la escuela de dibujo y bellas artes de la Universidad de Oxford. El carácter rebelde de Vashti no se adaptaría a la exigencias del mundo universitario inglés, por lo que acabaría siendo expulsada de Oxford tras faltar a clase de manera reiterada. Con 18 años viaja a Estados Unidos, donde conocerá la música de Bob Dylan, "The Freewheelin' Bob Dylan" le cambiaría la vida, fue un disco que supuso el empujón definitivo que le haría abandonar todo para dedicarse a la música. De regreso a Londres sería descubierta por el manager de los mismísimos Stones, Andrew Loog Oldham, quien le propondría grabar su primer single en el año 1965, se trata de "Some Things Just Stick In Your Mind", un tema escrito por Jagger y Richards; en la cara B figuraría un corte compuesto por la propia Vashti, "I Want To Be Alone". A este primer trabajo le seguiría un segundo single titulado "Train Song", que al igual que el primero de sus singles tendría una tibia acogida. En 1967 Vashti Bunyan graba algunos temas propios para Inmediate, los cuales quedarán olvidados en algún cajón de la compañía, y hará una breve aparición en el documental "Tonite Let's All Make Love in London"; la compositora empieza a plantearse su futuro en un mercado, el discográfico, lleno de intereses y de injusticias, comienza a fraguarse la gran escapada. Un buen día, harta de un mundo que no le aporta nada y cansada de ser un títere de una industria que siente que no la representa ni la respeta, Vashti decide emprender un largo viaje, en su estrambótico plan contará con la compañía de su novio y un perro, todos juntos montarán en un carromato tirado por un caballo y partirán camino a las escocesas Islas Hébridas, el destino: la comuna planeada por el cantante Donovan en aquel territorio. Aquella comunidad no era sino una utopía que acabaría fracasando, el compositor pretendía repoblar las abandonadas casas de los colonos de las islas de Skye con músicos y artistas. A lo largo de este viaje de dos años de duración se gestará el primer y único disco de Vashti Bunyan (hasta su regreso al mundo de la música, ya a comienzos del siglo XXI), el brillante, mágico e hipnótico "Just Another Diamond Day".

Durante un descanso de lo que podríamos considerar el viaje más hippie de todos los tiempos, Vashti conoce a través de un amigo común, al productor Joe Boyd, célebre por trabajar con músicos de la talla de Nick Drake, Richard Thompson, o la Incredible String Band. Seducido por el periplo de Vashti, Boyd le propone a la compositora grabar un LP con las canciones que han ido naciendo a lo largo del trayecto. En 1969, Vashti Bunyan regresa a Londres y comienza a grabar su legendario disco. En las tareas de grabación le acompañarán músicos de primer nivel, como es el caso de Simon Nicol y Dave Swarbrick, ambos componentes de Fairport Convention, Robin Williamson, de The Incredible String Band, o Robert Kirby, encargado de los arreglos de cuerda en los dos primeros discos de Nick Drake; sin duda, todo un dream team del folk de finales de los sesenta. "Just Another Diamond Day" vería la luz en Phillips, recibiendo cálidas críticas a finales del año 1970, a pesar de ello no consiguiría hacerse con el beneplácito del público, lo que llevaría, entre otras cosas, a Vashti a abandonar su carrera musical. Cuando "Just Another Diamond Day" comienza a girar uno sólo puede sorprenderse por el olfato que tenía Joe Boyd como productor, su trabajo en este disco es sencillamente impecable, y buena muestra de ello la tenemos con la cancion que abre el LP, "Diamond Day", pura magia, con algunos de los mejores arreglos del folk de finales de los sesenta y principios de los setenta; simples pero efectivos. El resultado es un disco bucólico, pastoral, un conjunto de canciones que tienen el poder de hacernos soñar, de transportarnos a esa campiña británica en la que todo era posible. Los arreglos, sutiles y delicados, otorgan todo el protagonismo a la voz de Vashti, ésto, unido a la ausencia casi absoluta de percusión, conforma una atmósfera evocadora y mágica, atemporal y frágil; como la voz de la propia Vashti. La mayoría de los cortes del disco apenas superan los dos minutos de duración, muchos ni llegan, y se comportan como un híbrido perfecto entre nanas y canciones tradicionales. Quizás eso sea lo más maravilloso de todo, cómo esta joven, que soñaba con ser una estrella del pop de la mano de uno de los managers más demandados del momento, acaba explorando su mundo interior y disfrutando de una experiencia única y transgresora que le lleva a revelarse como una enorme cantante de folk. Canciones como "Lily Pond", "Where I Like to Stand" o "Come Wind Come Rain" son el paradigma perfecto de este disco, canciones que el público acabaría ignorando por considerarlas infantiles, pero con una capacidad ensoñadora fuera de lo común. En algunas ocasiones te topas con discos que emanan algo único, que son capaces de captar algo irrepetible, un instante de brillantez interpretativa impresionante, "Just Another Diamond Day" es uno de esos discos. Uno tiene la sensación de que la química entre Vashti y los músicos es total, y que todos se encuentran especialmente inspirados, para ello basta escuchar cortes como "Swallow Song", con unos arreglos de cuerda extraordinarios, una evocadora fábula acerca del otoño que ríete tú de las Estaciones de Vivaldi. Las letras de Vashti Bunyan hablan de las estaciones, de la lluvia, de animales, de los árboles, de ríos, de montañas; las letras de Vashti Bunyan son la guía perfecta de un viaje misterioso e irrepetible. Gracias a ellas, y a la fascinante música que las acompaña, uno tiene la sensación de estar subido a ese carromato, compartiendo espacio con el perro y sintiendo los aromas y los sonidos de ese paisaje en el que la libertad parecía un sueño al alcance de la mano. La reedición en CD que hizo Spinney cuenta con 4 bonus tracks, se trata de la cara B del single de 1966 "Train Song", "Love Song", dos acetatos inéditos, "I'd Like to Walk Around in your Mind" y "Winter is Blue", y una versión diferente de "Iris Song" titulada "Iris's Song for Us" grabada en 1969; cuatro temas, que si bien mantienen cierto nivel, palidecen al lado de cualquiera de los cortes de "Just Another Diamond Day". Entre mis favoritas del LP me gustaría destacar "Diamond Day", "Timothy Grub", "Swallow Song", "Rose Hip November" y "Jog Along Bess"; hermosas y evocadoras hasta la mismísima lágrima.
     
Al poco tiempo de publicarse su primer LP Vashti se dio cuenta de que se había quedado embarazada, entonces sus sueños sufrieron un fuerte revés. Ella y su pareja tuvieron que regresar a Londres para el nacimiento del bebé, tras el cual se convirtieron en unos auténticos sin techo. Existían dos opciones, permanecer en la capital inglesa para promocionar el disco o mudarse con el niño a las cabañas que los componentes de The Incredible String Band tenían en la costa escocesa, y que hacían las veces de cuartel general de la mítica banda de folk. Desanimada ante el fracaso de su disco, Vashti Bunyan, junto a su hijo Leif y su pareja Robert, pone rumbo a Escocia y decide abandonar el mundo de la música. Durante los siguientes 30 años Vashti Bunyan se dedica a criar a sus tres hijos, rodeada de la naturaleza y de los animales que tanto ha necesitado en su vida, alejada de la industria musical y ajena al influjo que su figura y su disco empezaba a ejercer sobre una nueva generación de músicos y de aficionados. "Just Another Diamond Day" se convirtió con el paso de los años en un disco de culto, ironías de nuestra querida industria musical, hasta el punto de que un coleccionista pagaría en eBay más de 2000 dólares por una copia. Ya en el año 2000 vería la luz la edición en CD, con varios extras, del LP, que serviría para dar a conocer de nuevo a la artista al gran público en una especie de segunda oportunidad; a veces las segundas partes funcionan y el destino, siempre caprichoso como hemos visto en este blog con frecuencia, le reservaba una grata sorpresa a la dulce Vashti. Pronto surge un pelotón de músicos que adoran a Vashti, y que la reclaman para colaborar en sus discos, la lista va desde el estrambótico Devendra Banhart, hasta la virtuosa Joanna Newsom, pasando por los eclécticos Animal Collective. El nombre de Vashti Bunyan está cada vez en más bocas, la crítica la recupera, el público la redescubre, y la inevitable inercia de este negocio la coloca en el disparadero para grabar su segundo disco, "Lookaftering"; habían tenido que transcurrir para ello 35 años. Desde entonces la compositora londinense ha emprendido varias giras y ha colaborado en un sinfín de proyectos, en 2007 aparecería además un recopilatorio de sus singles, junto con demos y canciones inéditas, todo ello grabado entre 1964 y 1967, bajo el título de "Some Things Just Stick in Your Mind". Finalmente la historia ponía en su sitio a Vashti Bunyan, una tímida jovencita de la que quisieron hacer un icono pop del Swingin' London y que acabaría convirtiéndose en una talentosa compositora de folk, gracias a un viaje que cambiaría para siempre su vida.

Llegamos al final de la entrada y, como de costumbre, os dejo unos enlaces cuya visita recomiendo encarecidamamente, haced un esfuerzo, que esta vez son poquitos. Primero los oficiales, Myspace (qué poquita vida te queda, compañero...) y web de Vashti Bunyan, y a continuación una reseña de "Just Another Diamond Day" en Pitchfork y dos especiales dedicados a la compositora, uno en Perfect Sound Forever, aparecido en 2005, y otro en la revista Ptolemaic Terrascope, con fecha de 2001; eso sí, a desempolvar el inglés que aprendimos con Muzzy, chicos. Como podréis imaginar, ha sido complicado encontrar videos de Vashti Bunyan, sobre todo de la época en la que grabó su mítico LP, un tiempo en que se mostraba esquiva y escéptica con la industria discográfica. A pesar de ello me he decantado por un video de BBC Collective, que muestra a Vashti hoy en día en su casa, interpretando algunos temas y contándonos detalles acerca de su carrera y su vida. Además para que toméis contacto con el disco he insertado dos reproductores donde podréis escuchar las canciones "Diamond Day" y "Rose Hip November". Espero que os guste.



VASHTI BUNYAN- JUST ANOTHER DIAMOND DAY




WEB OFICIAL DE VASHTI BUNYAN

MYSPACE DE VASHTI BUNYAN 

RESEÑA DE JUST ANOTHER DIAMOND DAY EN PITCHFORK

ENTREVISTA A VASHTI BUNYAN EN PERFECT SOUND FOREVER

VASHTI BUNYAN EN PTOLEMAIC TERRASCOPE

5 comentarios:

binguero dijo...

No sé muy bien qué ocurre con Mediafire, pero parece que ahora hay que registrarse para bajar los archivos; tengo la impresión de que ha empezado a funcionar como una "nube", ya que ese sistema de descargas está blindado legalmente, sin duda es el futuro, chicos. Por si no tenéis cuenta en Mediafire o no os apetece abrir una, os dejo un enlace alternativo a Rapidshare. Que lo disfrutéis. Saludos.

https://rapidshare.com/files/2668064585/Vashti_Bunyan-_Just_Another_Diamond_Day.rar

Power Pep dijo...

Leyendo tu post, no puedo más que recomendarte este libro: "Electric Eden: Unearthing Britain's Visionary Music" de Rob Young. Un enorme tratado sobre el mismo sentimiento de escape que comentas unido a la historia del revival del folk en Gran Bretaña durante finales del XIX y todo el XX. De hecho empieza con el viaje de Vashti :) Es gigante, metódico y en inglés, pero se disfruta.

Y de discos, para mí la pareja perfecta a este que comentas es el primero de Heron. De hecho, el de Heron hay días que me emociona más que este :P

binguero dijo...

Gracias por tu comentario, Power Pep, y sobre todo gracias por tu recomendación, tomo buena nota. No puedo estar más de acuerdo contigo, el disco de Heron (por cierto, también presente en este blog: http://rainymusic.blogspot.com.es/2009/02/heron-upon-reflection-dawn-anthology.html) es la pareja perfecta de este "Just Another Diamond Day", y contiene pasajes de una intensidad emotiva impresionante; si tuviese que quedarme con uno de los dos probablemente me decantase por el de Heron, pero como afortunadamente podemos disfrutar de ambos, aprovecharemos y los gozaremos hasta la lágrima. Gracias de nuevo por tomarte la molestia y dejar unas palabras. Un saludo.

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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