jueves, 26 de marzo de 2009
Iron & Wine- Our Endless Numbered Days (2004)
Corría el año 1985 cuando mis padres iban a dar un paso que resultaría fatal para la evolución social de nuestra familia: decantarse por el sistema de vídeo Beta. Al principio todo eran alegrías, pero poco a poco el ocio doméstico de nuestra familia fue reduciéndose de manera directamente proporcional a la desaparición de las películas en formato Beta de los anaqueles del videoclub. Así comencé a perderme los míticos estrenos de los ochenta, películas que sólo podía ver en los cumpleaños de los amigos, irremediablemente nos vimos recluídos en un submundo del que nos resultaría muy difícil salir, y no estoy hablando en broma, nuestro primer vídeo VHS llegaría a finales de los noventa, lindando prácticamente con el nuevo milenio. Durante dos largas décadas pagamos caro nuestro error, nos vimos apartados de una sociedad que consumía irrefrenablemente películas en el formato rey, éramos unos parias del ocio doméstico. Esa experiencia, traumática para un niño, marcó mi carácter y me hizo albergar un cariño especial hacia los desamparados y los marginados, además de despertar en mí una curiosidad, que aún mantengo por sistemas de reproducción audiovisual en desuso, como el Súper 8 o el vinilo. Sam Beam, conocido artísticamente como Iron & Wine, tiene ese aire desvalido y marginal que tanto me atrae, y su música, delicada, pausada y reflexiva, contrasta brutalmente con la sociedad devoradora y carente de sentimientos en la que nos ha tocado vivir. Nuestro invitado de hoy, Iron & Wine, pertenece al formato Beta de los creadores de hoy en día.
Sam Beam nace en Florida, y comienza a hacerse un hueco en el mundo de la música gracias a su tesón y a su desinteresado amor por la misma, de este modo, el nombre de Beam comienza a sonar gracias a unas cintas caseras que él mismo se encarga de grabar y distribuir. La labor artesanal de Beam tiene su premio, y Jonathan Poneman, capo del sello Sub Pop, se pone en contacto con él y le solicita material para grabar un album. Sam Beam se pone manos a la obra, y a los pocos meses llegan al buzón del sello de Seattle dos CD's con temas compuestos por el inefable cantautor de poblada barba. Poneman se muestra encantado ante el trabajo de Beam, hasta el punto de que en un primer instante considera la posibilidad de editar ambos discos, finalmente seleccionará doce temas, con los que se dará forma en 2002 al debut discográfico de Iron & Wine, titulado "The Creek Drank The Craddle". Sam Beam se muestra como un artista total que compone, interpreta, graba y produce sus canciones, el ambiente casero de sus grabaciones le otorga a su disco una aureola amateur que lo hace prácticamente irresistible. El primer disco de Iron & Wine obtiene una respuesta muy positiva por parte de la prensa especializada y pronto surgen las inevitables comparaciones, deporte éste muy extendido entre aquellos que viven de hablar del trabajo de otros, a unos les recuerda la tétrica poesía de Nick Drake, otros ven en sus melodías ecos de las composiciones de Simon & Garfunkel, e incluso hay quien atisba en las canciones de Sam Beam huellas de Neil Young o de Elliott Smith. Poneman no quiere que la mayor parte de las canciones de aquellos Cd's caseros que Beam había depositado en su buzón caigan en saco roto, por ello, tras editar "The Creek Drank The Craddle", decide sacar un EP con cinco temas incluídos en aquellas grabaciones, lo hará bajo el título "The Sea & The Rhythm". Pocos meses más tarde, en el verano de 2003, Beam se encerrará por primera vez en su vida en un estudio de grabación para dar forma al que será su esperado segundo disco, "Our Endless Numbered Days".
En su segundo disco, Iron & Wine, consigue mantener la intensidad emocional y la atmósfera de sus primeras composiciones, aunque se produce un cambio evidente, y en cierta manera necesario, el sonido es mucho más claro fruto del trabajo en estudio. El mayor atractivo de la música de Iron & Wine reside en la sencillez de sus composiciones, temas repletos de arreglos sutiles, a veces casi imperceptibles, melodías que se reiteran hasta el infinito creando un bucle del que nos resulta imposible salir. Sam Beam necesita muy pocos medios para crear una canción capaz de echar ancla en nuestro corazón, se basta con una guitarra acústica y un micrófono que amplifique su ténue y susurrante voz, ése se puede considerar uno de sus mayores méritos: ser capaz de transmitir tanto con tan poco. La personal voz de Sam Beam, se acompaña en ocasiones de la de su hermana, Sarah Beam, que le da la réplica y le hace los coros en alguno de los temas más memorables del disco. Metiéndonos de lleno en el juego de los críticos, podemos afirmar que en ocasiones Iron & Wine recuerda a Palace y su mentor, Bonnie "Prince" Billy, o se muestra deudor de las pausadas melodías de Smog, los pasajes más eléctricos, que son pocos, pueden traernos a la cabeza alguno de los medios tiempos de CSNY, e incluso, en mi opinión, se pueden encontrar trazos de los Red House Painters más melódicos y luminosos en alguna de las melodías de "Our Endless Numbered Days"; todo ello sin olvidar los evidentes ecos del folk de los últimos sesenta y los primeros setenta, o los ecos de un country adormilado y bucólico, que subyacen en la práctica totalidad de las composiciones de este disco. Todo ello dota de una tremenda personalidad al sonido de Iron & Wine, que cuenta con la voz de Sam Beam como una de sus mejores bazas, el de Florida, con su entrañable aspecto de "sin techo", es capaz de erizarnos el vello con cada uno de sus susurros; Tim Sendra, crítico de allmusic, define la voz de Beam como la de "un ángel que susurra levemente desde sus labios directo a tu oído, encaramado a tus espaldas", poco más se puede decir. Sorprende la dulzura y la melancolía de la voz de Sam Beam, quien en ocasiones parece que no va a llegar a determinadas notas graves, pero para nuestro asombro lo consigue, y con su técnica "sotto voce" logra impregnar un lirismo y una emoción única a cada una de sus interpretaciones. Es muy difícil destacar una sola canción del magnífico repertorio incluído en "Our Endless Numbered Days", tal vez sobresalga la nostalgia otoñal y agridulce que desprenden canciones como "Naked As We Came", "Cinder And Smoke" o "Radio War", y desde luego merece una mención especial el trabajo de las voces de Sam y Sarah Beam en temas como "Each Coming Night" y "Fever Tree". Todo ello conforma un disco que raya a un nivel sobresaliente dentro de los trabajos próximos a las sonoridades folk de los últimos diez años, yo en vuestro lugar no me lo perdería.
En 2005 Sam Beam edita un nuevo EP titulado "Woman King", un trabajo de una gran calidad donde nuestro entrañable barbudo experimenta con sonidos más eléctricos, aunque sin perder un ápice de su esencia original. Poco más tarde Iron & Wine colaborará con una banda imprescindible como es Calexico, con quienes grabará un mini-LP compuesto por siete canciones titulado "In The Reins", y en el que la guitarra acústica y la voz susurrante de Beam se combinan a la perfección con las slide guitars y los metales característicos de Calexico. Al mismo tiempo, una canción de Iron & Wine protagonizará un anuncio de una conocida marca de chocolates, concretamente M&M's, un spot de Ask.com y aparecerá también en la película "Garden State" (estrenada en España en 2004 como "Algo en común"); se trata de una versión de "Such Great Heights" de The Postal Service. Aprovechando el tirón mediático, Sam Beam graba ese mismo año otro tema que aparecerá en una nueva película, se trata de la canción "The Trapeze Swinger", que estará incluída en la banda sonora de "In Good Company" (que se comercializará en España con la libérrima traducción de "Algo más que un jefe"). Un poco más tarde, las dos colaboraciones de Beam con el séptimo arte verán la luz en forma de EP, acompañadas de una versión de "Naked As We Came", será el EP "Such Great Heights". Iron & Wine, a pesar de su aspecto de despreocupado eremita, no es ajeno a las nuevas tecnologías, y ha colaborado con iTunes a la hora de lanzar alguna de sus composiciones, de hecho mediante esta vía creó dos EP's, "Iron & Wine iTunes Exclusive EP" y "Live Session (iTunes Exclusive) EP". En 2007 se edita el tercer larga duración de Iron & Wine, y lo hará bajo el título de "The Shepherd's Dog", un trabajo que se abre a nuevos arreglos, un album producido con un mimo exquisito, pero sin olvidar los orígenes ni los planteamientos acústicos de las primeras composiciones de Sam Beam. Recientemente, en este mismo 2009, Iron & Wine ha editado un disco, en formato de doble CD o triple LP, que recoge rarezas y caras B's bajo el título "Around The Well", en él se pueden encontrar grabaciones caseras de Sam Beam junto a las versiones que el artista ha hecho de temas como: "Love Vigilantes" de New Order, "Waitin' For a Superman" de The Flaming Lips, y la ya citada "Such Great Heigts" de The Postal Service.
Sam Beam siempre ha estado muy unido al mundo audiovisual, no sólo por su carrera como compositor y cantante, sino también por su relación con el mundo del cine. Esa relación se ha visto plasmada en forma de colaboraciones en las bandas sonoras de diferentes películas, a las dos ya citadas hay que añadir la inclusión del tema "Flightless Bird, American Mouth", perteneciente a su último disco de estudio "The Shepherd's Dog", en la película "Twilight" (estrenada en España el pasado año con el título de "Crepúsculo"), además una de las canciones de "Our Endless Numbered Days", "Passing Afternoon", también fue incluída en un capítulo de la exitosa serie "House" (concretamente el capítulo decimosexto de la cuarta temporada). Sam Beam ha cursado estudios de cinematografía en la Florida State University Film School y durante un tiempo fue profesor de cine en la Miami International University of Art & Design, seguro que todavía sigue apostando, como mi familia, que se resiste a deshacerse del vídeo, por el sistema Beta. Completando la entrada encontraréis seis enlaces, los clásicos que os conducirán a la página web oficial de Iron & Wine y a su Myspace, junto a otro que os llevará hasta el apartado que Sub Pop dedica en su página web al creador barbudo, un cuarto enlace os permitirá leer una completa crítica sobre "Our Endless Numbered days" aparecida en Pitchfork, eso sí, en lengua bárbara, y por último encontraréis dos entrevistas a Sam Beam, una de ellas aparece en Mondosonoro, y la otra en Splendid e-Zine, para esta última tendréis que desempolvar el Collins de bolsillo. Junto a esta verbena de links he dispuesto tres vídeos, el primero de ellos muestra el videoclip oficial de "Naked As We Came", tema incluído en "Our Endless Numbered Days", el segundo recoge una sobrecogedora interpretación en directo de "Flightless Bird, American Mouth", incluída en el disco "The Shepherd's Dog", y el último muestra a Iron & Wine junto a Calexico interpretando, en directo para la radio, uno de los temas incluídos en su disco compartido, "He Lays In The Rains". Espero que os guste.
PÁGINA WEB OFICIAL DE IRON & WINE
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IRON & WINE EN SUBPOP
CRÍTICA DE "OUR ENDLESS NUMBERED DAYS" EN PITCHFORK
ENTREVISTA A IRON & WINE EN MONDOSONORO
ENTREVISTA A IRON & WINE EN SPLENDID E-ZINE
IRON & WINE- OUR ENDLESS NUMBERED DAYS
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5 comentarios:
muchas gracias. me gusta, me tansmite tranquilidad. espero escucharlo con mas atención este fin de semana. bss.
Un millón de gracias, MartaD, por ser la única que ha comentado este disco que, a mí al menos,me parece una verdadera delicia. La verdad es que me da mucha pena que el pobre Sam Beam no tenga más comentarios, creo que en más de una ocasión he mostrado mi sorpresa ante la diferencia de comentarios existente entre unas y otras entradas, no sé a qué puede deberse, si es el texto lo que llama la atención o simplemente el hecho de que guste más o menos un disco. La cuestión es que hay entradas como la dedicada a Heron que tiene 19 comentarios y otras en las que hay uno o ninguno, es un caso a estudiar. No obstante, quiero aprovechar para agradeceros vuestras palabras y vuestro apoyo, además de vuestro respeto, algo poco habitual en el universo de los blogs...; sé que aunque muchas veces no comentéis estáis ahí, y ése es precisamente el mayor patrimonio de este blog. Gracias a todos, y en especial en esta ocasión a ti MartaD. Un saludo.
Claro que estamos. Yo acabo de ver el post y ya estoy escuchando al susurrante Beard Beam. Ya le tenía fichado y había disfrutado del Shepherd's y el Woman, además de un directo en el Pabst Theatre que repasa su trayectoria, por lo que con tu regalo voy completando el perfil de Sam.
Auténtica Rainy day music en este caso. Muy buenos los videos también.
Muchas gracias y saludos.
Siento que este disco no solo dice mucho , sino q muestra q la belleza momentanea es posible alcanzar si uno es sincero, porque a veces con pocos recursos se puede llegar al corazon
thank you for this. I had a copy and lost it. This is an excellent blog
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